Basauri camina por su entorno y se conoce más a sí misma

Cuatro itinerarios urbanos, fluviales y forestales para disfrutar caminando de una ciudad más saludable


Una interesante iniciativa dedicada a caminar y a promover un conocimiento más profundo del entorno habitado han organizado en Basauri, una de las Ciudades que Caminan, cuyo alcalde, Asier Iragorri, nos lo presenta así: ”Basauri nos ofrece muchas posibilidades para pasear y hacer ejercicio, con esta iniciativa proponemos varias rutas por nuestros espacios verdes, entornos más urbanos, montes, itinerarios y bidegorris en los que además de pasear o hacer ejercicio podemos aprender más sobre nuestro pueblo y nuestra historia”.

Caminar es por tanto el objetivo para dinamizar la actividad física de la población. Estimular esta práctica saludable a través de rutas que aprovechan la naturaleza y el patrimonio de las pequeñas ciudades es una de las fórmulas más inteligentes para utilizar activamente el tiempo libre.

Basauri es una ciudad muy próxima a Bilbao, a la que incluso llega una linea de su flamante metro urbano. No es la única medida que tienen en marcha, pero sí la más ambiciosa para luchar contra el sedentarismo, un hábito cada vez más frecuente entre la ciudadanía no sólo de Basauri, sino de buena parte del mundo occidental.

Los cuatro recorridos parten del casco urbano y recorren interesantes lugares naturales, en los que disfrutar de las posibilidades del medio que rodea la ciudad, un entorno industrial y con importantes nudos viarios derivados de la proximidad de la capital vizcaína.

El Nervión

El primero recorre el río Nervión, cuyos meandros juegan caprichosamente con la geografía urbana y que resulta en sí mismo un parque lineal que va conectando las zonas urbanas con las industriales. Un recorrido de 8 km, el más largo de los 4.

Comienza en el histórico Puente de Ariz para discurrir por zonas bastante naturalizadas, a pesar de su cercanía a las industrias, con frondosas zonas de bosque y fauna salvaje entre las que se desliza el Nervión. Del puente de Artunduaga parte otro tramo en el que abundan garzas y cormoranes, un sorprendente tramo muy bien conservado que alcanza al parque Sidenor, un antiguo vertedero recuperado como área de ocio.

Ayer y hoy

Un recorrido entre urbano y rural es lo que propone el segundo itinerario, denominado “Basauri ayer y hoy”, dedicado a conocer, al tiempo que se pasea, algunos datos urbanos de la historia municipal. Parte del primitivo concejo en la Taberna Mayor de San Miguel. Tras atravesar el parque Gaztañabaltza, que rinde homenaje a los desaparecidos castaños del lugar, atraviesa Errekalde y Uriarte, zonas todavía rurales en las que se puede mascar la cultura de antaño, con sus huertos y frutales.

El itinerario aprovecha esta zona para poner en valor los topónimos tradicionales de la zona. La Iglesia de San Miguel (s. XVI-XVIII) y la cooperativa de viviendas obreras acompañan en esa zona a la Casa de Cultura de San Miguel (1854) y la Taberna Mayor, de 1777. El recorrido sigue por Villa Sagasti, una vivienda burguesa de 1923, hasta regresar a su origen, en el Ayuntamiento.

Urbano y forestal

También en el Ayuntamiento comienza y acaba el tercer recorrido, “Basauri urbano y forestal”, quizá el más natural de los cuatro, con una longitud de 4,7 km. Tras callejear brevemente por la ciudad se sale al monte, en el que quedan todavía algunos robles de antaño.

Las áreas forestales se suceden con las de matorral en el monte Gaztelu, por donde el recorrido pasa cerca de alguna de las antiguas instalaciones mineras que rodeaban Bilbao. Estamos ya en Montefuerte, desde donde el itinerario se dirige nuevamente a la ciudad, entre la abundante fauna del lugar. El segmento de camino más próximo al barrio de Kareaga ha sido favorecido por la repoblación vegetal autóctona promovida por la asociación vecinal.

Finaga

El cuarto itinerario nace en Elexalde, en la iglesia de San Miguel, el centro histórico del municipio. Pronto abandona la zona urbana e industrial para entrar en la forestal para alcanzar la ermita de Finaga, del XVI aunque reconstruida en el XVIII. En sus alrededores se han encontrado restos arqueológicos del siglo IV de nuestra era.

Un castro, probablemente medieval, ocupaba la cima del monte Malmasín, que se ve desde el recorrido, que frecuenta alguno de los pocos bosques tradicionales que quedan. Predomina el pino y el eucalipto, aunque se están recuperando parte de los bosques autóctonos. Son 5 km que los y las basauritarras disfrutarán para activar su vida y llenarla de salud.

Cuatro fórmulas para activar los cuerpos y muchas maneras de ejercitar la memoria histórica que fomenta la autoestima urbana y ofrece a su vecindario estímulos para disfrutar de lo que tiene a su alrededor.

Aquí puedes acceder a la información completa de cada una de las rutas.

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