Bilbao vive 30 veces mejor

La capital vasca asienta un gran avance histórico: la primera ciudad todo 30 de más de 300.000 habitantes


“En Bilbao vivimos 30 veces mejor” es el certero lema que preside una medida histórica. Es la primera vez que una ciudad de más de 300.000 habitantes se organiza para que sus coches vayan a menos de 30 en todas las calles. En todas. El matiz es importante porque se pone por delante de la medida impulsada por la DGT de definir esa limitación para calles de un solo carril por sentido.

“Hoy Bilbao se convierte en una ciudad más sostenible, más tranquila y más humana” con esta frase resumía el alcalde de la villa, Juan Mari Aburto, la entrada en servicio de la nueva normativa, que sitúa a la capital de Bizkaia en vanguardia de las medidas proactivas para contener la violencia vial. “Sabemos que genera incertidumbre, como cualquier cambio importante, pero también sabemos que tendremos una ciudad con menos contaminación, menos ruido, menos accidentes y menos graves”, sentenció el regidor.

El patinete que adelanta al coche

Unas palabras en las que coincide el concejal de movilidad, Alfonso Gil, que valorando algunas críticas, se muestra conciliador: “No pasa nada, acabaremos conviviendo. Me decía un conductor que se había cruzado con un patinete, y que éste lo había adelantado. La diferencia es que antes, si su coche arrollaba sin querer al patinete, mataría a su ocupante, y ahora probablemente no”, dijo en relación con el aumento de la seguridad vial.

Disuade de coger el coche

Gil pone además el acento en un efecto secundario que también se persigue con la medida, como es el reducir el número de coches que circulan por las calles de la villa: “sabemos que tendrá además una consecuencia disuasoria, porque algunas personas decidirán utilizar el transporte público o ir caminando, con lo cual ganaremos todos”.

Gran visibilidad en el Día internacional sin coches

La noticia saltó como una de las principales del día en todos los medios de comunicación. La celebración del Día sin Coches o la Semana Europea de la Movilidad era un momento adecuado para iniciar esta nueva etapa. Periódicos y televisiones realizaron reportajes y numerosas conexiones con la ciudad, que ganó una gran visibilidad y se puso por delante de muchas otras que en Europa están reorganizando su movilidad.

No es una guerra contra el coche

“Queremos una ciudad sin humos, sin ruido y sin violencia vial, no una ciudad sin coches”, ha dicho el concejal Gil, que participó justo antes del confinamiento en el Congreso anual de las Ciudades que Caminan para recoger el premio especial de la Red en reconocimiento a sus avances en movilidad que ahora se ven incrementados con esta medida histórica. El hecho de subrayar que no es una guerra contra el coche, sino contra sus consecuencias negativas en el medio urbano es un argumento que no siempre se entiende. El coche es imprescindible para muchas necesidades urbanas, pero nunca puede ser un estorbo, por lo que las ciudades deben limitarse a aceptar el tráfico necesario para que funcione, y no más.

¿Cuál es el tráfico necesario?

En este sentido se pronunciará la Red de Ciudades que Caminan ante el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana durante el proceso de elaboración de la Ley de Movilidad que actualmente está en período de consultas. Propondremos explícitamente que la Ley defina cuál es el tráfico necesario en las ciudades y cuál no, tal como ha manifestado el presidente Lores recientemente ante la Secretaria General de Transportes y Movilidad del MITMA, María José Rallo.

¿Volveríamos a fumar en un bar?

Gil también manifestaba ante los medios un paralelismo evidente con la Ley antitabaco: “Nadie entendería hoy que la gente fumase en los bares, pero todos recordamos qué ocurrió cuando se anunció la medida”. El concejal hacía referencia a lo difícil que es dar marcha atrás a medidas tan beneficiosas para la salud individual y colectiva, pues en este sentido, las ciudades claman por sanearse y convertirse en mejores escenarios para la vida.

¿Nadie está feliz?

Era curioso observar cómo todos los medios que se hacían eco de la medida ponían su atención en personas que supuestamente se verán afectadas negativamente por la medida, como taxistas o repartidores de mercancías, incluidos motoristas a los que al parecer les resulta “difícil” mantener esa velocidad. Pocas o prácticamente ningún testimonio se ha visto de entidades peatonales o de afectados por la violencia vial, pese a que son quienes llevan años pidiendo medidas de este tipo en las ciudades.

Lores felicita a Bilbao por la medida

El Diario Local de Telebilbao entrevistaba, no obstante, a dos personas que respaldaban la medida del Ayuntamiento bilbaíno. Tanto la neumóloga Isabel Urrutia como el alcalde de Pontevedra y presidente de Ciudades que Caminan, Miguel Anxo Fernández Lores se felicitaron por este avance, tanto por razones sanitarias como por la propia organización de la ciudad, ya que en Pontevedra llevan varios años con esta medida y el balance es positivo a todos los niveles, en especial en relación a la seguridad vial.

64% a pie

La ciudad apostó tras la pandemia por mantener intacto el servicio de transporte público, insistiendo en su alto nivel de seguridad. También recomendaban ir más a pie o en bici, y menos en coche. La ciudad ya ofrece unha pirámide de la movilidad bastante interesante, con el 64% de los desplazamientos a pie, el 24 en transporte público y sólo el 11% en coche particular. En cuanto a la velocidad, el 87% de las vías ya estaban limitadas a 30 desde 2018.

Rádares para el control

El control de la velocidad se establece con varios rádares fijos y móviles instalados en toda la ciudad, y se disponen multas entre 100 y 600 euros y entre 2 y 6 puntos del carnet para las personas infractoras, en función de la velocidad que se excedan de la permitida.

Otras ciudades 30

Algunas otras ciudades de tamaño considerable han decidido limitar a 30 la mayoría de sus calles, pero sin afectar a grandes avenidas urbanas, en las que permiten circular hasta 50 km/h. Y otras, más pequeñas, se han declarado ciudad toda 30 hace ya años. Lo relevante del caso bilbaíno es que su ayuntamiento tuvo la valentía de decretar la medida para todas sus calles, incluidas las de mayor densidad de vehículos y varios carriles por sentido.

Un gran cambio urbano

El caso de Bilbao tiene especial interés por tratarse además de una de las ciudades cuyo cambio en las últimas décadas se hizo más evidente, adquiriendo una enorme visibilidad internacional. La ciudad empezó en los 80 abandonando una fisonomía muy relacionada con la industria pesada. De aquella ciudad de paisaje humeante nació una urbe de servicios y creatividad, volcada con la cultura y la nueva economía, de importante dimensión social y con alto nivel de participación ciudadana.

Un gran referente

Sus activas y animadas calles, su acogedor espíritu urbano y su innegable calidad gastronómica resultan un atractivo añadido para convertirse en una de las principales ciudades de la península ibérica. Pese a que su núcleo censa sólo 350.000 habitantes, el Gran Bilbao ronda el millón, la mitad de la población de Euskadi. Convertirse en una ciudad Toda 30 será sin duda un gran referente para muchas otras ciudades que seguirán esta medida regeneradora del espacio público y sobre todo impulsora de mayores niveles de seguridad vial.

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