ENTREVISTAS ANTE EL CONGRESO DE CARBALLO
El alcalde de Pontevedra y presidente de la Red: «Lo más difícil fue empezar, porque no teníamos referentes, a parte de las teorías de los clásicos del urbanismo»
Alcalde de Pontevedra desde hace 23 años y presidente de la Red de Ciudades que Caminan desde su fundación, Miguel Anxo Fernández Lores participará como siempre en nuestro congreso. Este año quizá más preocupado por las Zonas de Bajas Emisiones, que corren el riesgo de ser reguladas únicamente pensando en la promoción del coche eléctrico. De ello se hablará en la reunión, pero antes quisimos que participase en las entrevistas que hacemos a quienes serán protagonistas del encuentro del 8 de octubre.
¿Cómo ves tu ciudad dentro de 10 años?
Me gustaría que siguiese siendo un referente en asuntos de espacio público, de caminabilidad, de movilidad amable. Aunque por otra parte me gustaría que ya no lo fuese porque la mayoría de las ciudades hayan ido recorriendo la ruta que nosotros ya llevamos más de 20 años siguiendo. Lo que es seguro es que la Pontevedra de los años 30 seguirá disfrutando de un modelo de ciudad que llegó para quedarse, para demostrar que las ciudades pueden ser también espacios en los que vivir con alta calidad ambiental.
¿Qué es lo que más te motiva para acometer las transformaciones urbanas en las que estás participando?
Básicamente que la gente viva más feliz en la ciudad. No hablo de una felicidad de película romántica, sino una felicidad integral que tenga que ver con los espacios sanos, tranquilos, descontaminados, seguros, amables… facilitar a todas las personas el derecho al espacio público, el poder disfrutar de una ciudad democrática, más igualitaria y sana.
¿Qué puedes considerar más difícil de todo lo que hacéis desde tu ayuntamiento en materia de movilidad y espacio público?
Lo más difícil fue empezar, porque no teníamos referentes, a parte de las teorías de los clásicos del urbanismo. Hemos ido creando un relato alternativo, poniendo en cuestión conceptos muy consolidados en la cultura urbana como aparcar libremente, como ir en coche a todas partes, como esa tipología de las calles-garaje, como la velocidad… Tuvimos que ir paso a paso revisando críticamente casi cualquier aspecto sobre el diseño de las calles y plazas, sobre la movilidad, el papel de los coches, la vitalidad de las calles o la necesidad de criar a nuestras hijas e hijos en un entorno agradable. Sabíamos que nos arriesgábamos a que la gente no nos entendiera, pero siempre tenían la posibilidad de cambiar de alcalde, cosa que por fortuna no ocurrió, porque la ciudadanía de Pontevedra fue entendiendo todo lo que hacíamos para recuperar la ciudad.
¿Crees que conseguiremos reducir el número de coches en las ciudades?
Bueno, yo sé que esto es una entrevista estándar, pero la verdad ya no tenemos mucho margen de maniobra. Hemos calmado el tráfico a motor, rediseñamos la ciudad casi completamente ampliando aceras, reduciendo calzadas, elevando pasos peatonales y sobre todo estableciendo áreas de coexistencia con prioridad peatonal. Así conseguimos que se utilice sólo el número de coches que resultan necesarios para el funcionamiento de la vida urbana. Hemos conseguido reducir a menos de la mitad el número de vehículos en toda la ciudad, el 70% en el área más central y el 90% en el centro histórico y comercial.
Caminar más es una prescripción de salud pública. ¿Crees que el diseño de la ciudad y la movilidad ayudarán a cumplirla?
Soy médico y muchas veces pienso que mi trabajo al frente de la alcaldía no dista mucho del que ejercía en el Centro de Salud. Muchos males de nuestro tiempo tienen que ver con al menos tres factores en los que las políticas urbanas tienen mucho que decir: el aire que respiramos, los niveles de estrés y el sedentarismo. Provocar cambios urbanos para que la gente se mueva más, para que camine o pedalee, pero que además lo haga en un entorno lo más libre posible de humos, ruidos, atascos y problemas, y todo ello sin salir de su propia ciudad, es un gran legado que los alcaldes y alcaldesas pueden dejar a las generaciones futuras, además, por supuesto, de ayudar en la lucha por salvar el planeta, que es la principal cuestión de salud pública global que nos ha tocado vivir. No obstante, permitidme que os diga que en mi opinión, los municipios tenían que estar haciendo mucho más de lo que hacen en general. Hay todavía mucho margen para acelerar y las entidades locales tienen un enorme poder de transformación de la realidad, que pueden ejercer si lo desean.
¿Os resulta positivo formar parte de la Red de Ciudades que Caminan?
Sí, mucho… yo creo que se hace una muy buena labor para promover una nueva forma de entender las ciudades, la prioridad peatonal, la importancia del espacio público, la accesibilidad, el papel de niñas y niños, de las personas mayores… la Red contribuye a visibilizar algunos temas de gran importancia para el futuro de las ciudades, además de ofrecer apoyo, campañas, acciones, perspectivas, formación y contribución a la gobernanza de aquellas ciudades que lo desean. Desde Pontevedra siempre hemos ofrecido el mayor apoyo a la Red, pero no sólo a la Red, sino a todas las ciudades que desan conocer nuestra experiencia por si puede servirles de inspiración.
¿Qué te sugiere el lema de nuestro congreso, “Andando se entiende la gente”?
Me gusta especialmente porque en la frase confluyen dos temas de crucial importancia. El caminar, que es la forma más natural y generalizada de movernos, y el entendimiento, el diálogo… ¿qué son las ciudades más que espacios de diálogo? Y el caminar y el entendimiento confluyen en el espacio público, que es donde todos nos abrimos a los demás y vivimos nuestra vida en común. Hacerlo en armonía, civilizadamente, amablemente, es lo que nos permiten las ciudades si las tratamos bien.
