Movilidad postcovid: la contención que llegó para quedarse

Ciudades de la Red y entidades de movilidad activa repasan sus proyectos, deseos y objetivos para cuando pasen las restricciones


La pandemia del COVID ha activado muchas agendas de sostenibilidad local, y los cambios han venido para quedarse. Es una de las principales conclusiones del encuentro anual de la Fundación Cristina Enea de Donostia en el que han participado cuatro municipios de la Red de Ciudades que Caminan, dos entidades intermunicipales y otras dos de activismo peatonal y ciclista. 

Las cuatro ciudades que fueron puestas como ejemplo forman parte de la Red de Ciudades que Caminan: Logroño, Pontevedra, Valladolid e Irún, y entre las organizaciones invitadas se encontraba la Red, representada por su directora técnica, Ana Montalbán.

También tomaron la palabra dos representantes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y diversas autoridades locales en esta versión virtual de las jornadas, organizadas en colaboración con la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Menos coches en las ciudades

Una sesión en la que una vez más se pusieron de manifiesto las recetas, las intenciones y las posibilidades de algunas instituciones y organizaciones para mejorar las ciudades y se constataron que los pasos para conseguir los importantes retos ambientales pasan por reducir el uso del automóvil particular en los entornos urbanos. 

La última sesión de la jornada sirvió además para describir los numerosos recursos que la administración central del Estado dispondrá para llevar a cabo este necesario cambio en las estructuras de movilidad, unas lineas de actuación en las que se apuesta tanto por la transformación de los espacios físicos de las ciudades, como por la tecnologización de las mismas. De cuál sea al final el equilibrio entre esas dos magnitudes dependerá el éxito de la operación. Aquí puedes acceder a una información específica sobre la estrategia del MITMA.

Cambiar la movilidad, sí o sí

“Apostar por la movilidad sostenible es una obligación, no una opción”, decía en la bienvenida Rafaela Romero, diputada foral de Movilidad y Ordenación del Territorio en una intervención en la que hizo referencia a la perspectiva de género y a cómo incorporar los cuidados al relato de la movilidad sostenible. También dijo que es un importante elemento para la calidad de vida y la cohesión social y que desde la Diputación Foral seguirán fomentando la movilidad ciclista y peatonal, además de blindar el transporte público, uno de los grandes afectados.

Bandera donostiarra

También Marisol Garmendia, concejala donostiarra de Espacios Públicos y Proyectos Urbanos, además de vicepresidenta de la Fundación, insistió en la movilidad sostenible como una de las grandes banderas de su municipio, que durante la pandemia tomó importantes iniciativas como cerrar al tráfico motorizado todo el frente costero de la ciudad, dejando el simbólico paseo de La Concha sólo para bicis y peatones. También puso el foco en la importancia de abordar los repartos de última milla derivados del gran desarrollo del comercio electrónico.

Cambios que llegaron para quedarse

Fue el director general de Transportes Terrestres del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, Jaime Moreno, quien habló de las estrategias de movilidad como un derecho de la ciudadanía que se aceleró durante la pandemia: “Muchas ciudades hicieron importantes transformaciones de su infraestructura en poco tiempo, y muchos de esos cambios han llegado para quedarse”. Puso a Gipuzkoa como modelo del fomento de la movilidad a pie y en bici, con 8 millones de desplazamientos ciclistas el pasado año, estrategia coincidente con la del Ministerio para fomentar los desplazamientos activos.

Redescubrimiento de las ciudades

Ana Montalbán coincidió en subrayar el rol femenino en la ciudad como una de las grandes energías que deben mover las transformaciones en curso. En su intervención se centró en el “redescubrimiento” que muchas ciudades hicieron de sí mismas una vez que se vieron liberadas del coche como principal elemento de su espacio público. Tras verse más guapas, muchas de ellas iniciaron su proceso transformador, “si bien —reconoció— queda mucho por hacer; las medidas nacidas en la pandemia son sólo en principio”.

El poder del coche

Centró su relato en la gran proporción de espacio público que las ciudades asignaron al coche, y en la gran relevancia que éste tiene en nuestra cultura, con un sistema publicitario de enorme potencia encargado de situarlo como uno de los productos de consumo estrella. Además, hizo referencia a las numerosas fábricas de automóviles que existen en España, en dura competencia con otras del resto del mundo y que generan un poderoso lobby que no acaba de entender que las ciudades han de liberar parte del espacio que le tienen asignado.

Reconexión

Habló sobre todo de la alternativa que la Red de Ciudades que Caminan elaboró para hacer frente a las nuevas circunstancias, el memorándum “Reconexión”, un decálogo de acciones que comenzaban recomendando “aprovechar el shock”, situando a las personas como base de la movilidad urbana y reduciendo la velocidad a 30, 20 o 10 km/h máximo según el tipo de calles urbanas. También se recomendaba abordar planes de calmado de tráfico a motor, ensayar cambios positivos en la movilidad general, recuperar y potenciar el transporte público, ejercer el poder de decisión que corresponde a los ayuntamientos para cambiar su movilidad y actuar con valentía política para conseguir cambios reales en las ciudades.

Tendencias internacionales

Acabó su intervención aludiendo a diversas tendencias que se observan en el mundo tras la pandemia, como las que experimentan grandes ciudades embarcadas en cambios estructurales, encabezadas por París y su estrategia de fomento de la proximidad, llamada “ciudad de los 15 minutos”. También hizo referencia a numerosas ciudades españolas que llevaron a cabo cambios destacados.

¿Dilema entre tecnología y espacio público?

Por último, hizo referencia a la creciente atención que prestan a este tema los grandes medios de comunicación internacional y dedicó un repaso a las iniciativas tan positivas que se están promoviendo desde los ministerios de Transición Ecológica y Movilidad para abordar la movilidad sostenible del futuro, si bien hizo una interesante reflexión: “estamos viendo que puede estar dándosele demasiada importancia a los procesos de tecnologización y electrificación, y poca a la transformación del espacio público; un dilema que esperamos que se resuelva de forma equilibrada”.

La bici, en la agenda de la movilidad

Laura Vergara, de Conbici, consideró que el vehículo de dos ruedas es “un gran aliado de la movilidad peatonal y el transporte público, y alabó en gran esfuerzo que hacen algunas instituciones como el MITMA para poner la bici en la agenda de la movilidad, posicionando este vehículo como una alternativa real al coche.

Políticas públicas con retraso

En nombre de la Red de Ciudades por la Bicicleta habló Silvia Casorrán, quien lamentó que las políticas públicas vayan con tanto retraso con respecto a la necesidad de luchar contra el cambio climático y habló del gran potencial del uso de la bici, subrayando la apuesta por una infraestructura específica para la bicicleta para que sus usuarios y usuarias puedan “desplazarse de manera segura”. También habló de algunas acciones barcelonesas, como las supermanzanas, los planes de fomento de la bici o la conversión en plazas públicas de unos 200 entornos escolares de los más de 500 que existen en la capital catalana.

Modelo de ciudad saludable

Sonia Jichi, de la Coordinadora Peatonal Andando hizo bandera de la salud de las personas en su intervención, pues “urge adoptar un modelo de ciudad saludable” que acabe con los grandes problemas que se observan actualmente: “un reparto del espacio injusto y desproporcionado, las amenazas derivadas de la seguridad vial, el abandono del comercio de proximidad que ha generado una movilidad inútil hacia centros comerciales, el sobrepeso infantil, la cantidad de personas mayores que no salen a la calle por percibirla como un entorno hostil”. 

Espacios para la estancia

Ese es el panorama de un país donde sólo la mitad de los desplazamientos se hace a pie y la mitad de los que se realizan en coche son para desplazarse menos de 3 km, un 10% de los cuales son para cubrir distancias de menos de 500 m. Ante ello propone abordar planes de fomento de la movilidad peatonal, con espacios para la estancia y el protagonismo del peatón en las ciudades, para lo que confía en la futura Ley de movilidad sostenible. 

Uso inteligente de la tecnología

Apostó por dar más valor a lo analógico que a lo tecnológico, para garantizar la autonomía y la igualdad a los grupos de población que hoy no utilizan el espacio público por resultar muy hostil. No obstane, dijo que debería hacerse un uso inteligente de la tecnología, dejando claro que en sí misma no es sinónimo de sostenible. Como tampoco lo es la movilidad eléctrica. Cerró su intervención con una frase de Tonucci: “Si la ciudad es buena para niñas y niños, lo será también para el resto de las personas”.

Logroño Calles Abiertas

Logroño fue una de las ciudades invitadas para exponer su política post-pandemia. Su plan “Logroño Calles Abiertas” fue uno de los que más protagonismo consiguieron entre los llevados a cabo en ciudades españolas. Fue Borja Rodríguez, asesor de su gobierno local, quien expuso las grandes lineas del proyecto, una acción que ya existía en los planes municipales y que se puso en marcha con ocasión de la pandemia. Destacó la importancia de un decreto del Ministerio de Sanidad recomendando tomar medidas en el espacio público para favorecer las medidas sanitarias para facilitar el desarrollo y la gestión de las transformaciones que se fueron realizando.

Entre ellas destacan la ampliación de aceras, y las actuaciones de fomento de la movilidad ciclista en determinadas calles. Un plan que se distinguió por la cantidad de soluciones tácticas que se adoptaron, “utilizando sólo pintura y mobiliario urbano” consiguiendo resultados muy importantes en términos de confort urbano. También hizo referencia a la experiencia del teletrabajo, que hizo posible la mejor coordinación entre disciplinas. Dio resultados muy positivos al romper la división departamental habitual en un ayuntamiento entre diferentes equipos.

Pontevedra: de lo local a lo global

Pontevedra exhibió por boca de Daniel Macenlle su laureado modelo urbano de base peatonal, que durante la pandemia apenas aprovechó para poner a disposición de los centros educativos dos calles de la ciudad, una de ellas bastante utilizada por el tráfico de paso que de esa forma debe utilizar vías más perimetrales. Abrió su intervención hablando del medio ambiente urbano como “el ecosistema más en contacto con las personas” y subrayó la necesidad de ponerlo a disposición de las personas, sobre todo de los niños y niñas, “que merecen respirar un aire de calidad y vivir sin ruidos, violencia y estrés”. Dijo que desde lo local debemos aportar nuestro grano de arena para luchar por los objetivos globales de lucha contra la emergencia climática.

«Se hizo lo que llevábamos 25 años sabiendo que había que hacer«

En ese aspecto se pronunció también Álvaro Fernández Heredia, que dijo que la mayoría de los habitantes de Europa viven en ciudades medias y pequeñas, y son éstas las que deben dar soluciones a su movilidad de uso intensivo del coche particular “lo que está pasando, nos pasa a todos”. Intervino en el debate aportando un punto de vista distinto: “durante la pandemia se hizo lo que sabíamos que había que hacer porque llevamos 25 años diciendo lo que hay que hacer, pero nadie se atrevía a hacerlo”.

Valladolid ciudad verde

Habló de las medidas que se impulsaron bajo la denominación “Valladolid Ciudad Verde”, demostrando que el transporte público puede mejorar mucho con plataformas exclusivas, aumentando la velocidad comercial, que en la ciudad mejoró entre 2 y 6 minutos dependiendo de las lineas, que ofrecen viajes de una media de 30 mintuos. La capital castellana ganó espacio para el peatón con métodos de urbanismo táctico, triplicó su carril bus generando incluso un circuito perimetral y mejoró la red ciclista. Cifró en un 30% el descenso del tráfico de automóviles particulares en el centro urbano.

Irún: más peatonalización, más bidegorris

En cuanto a la ciudad de Irún, Juan Luis Asensio describió las acciones de su ciudad durante el confinamiento, que coincidió con las otras tres en medidas como el incremento del espacio peatonal en algunas calles que lo necesitaban, la eliminación de algunos espacios de estacionamiento y la ampliación de bidegorris para facilitar el tráfico de bicis. También destacó la liberación de coches de entornos escolares para mejorar la experiencia de los usuarios y usuarias, medida que se extendió a la hostelería, que ocupó lugares donde aparcaban coches. Señaló también que se tomaron medidas similares en los centros de personas mayores para ofrecerles mayor espacio y dijo que todas ellas eran medidas que se convertirían en permanentes, como ocurrió con la peatonalización de la avenida de Colón los domingos, que seguirá sin coches incluso después de la situación de emergencia.

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