Calmar el tráfico hace 2.000 años en la Campania

Traemos de nuevo una reseña de Twitter, donde hace algún tiempo también «pescamos» la referencia al genial La Brasa Torrijos. Esta red social es una magnífica fuente informativa, de fácil acceso y agradable lectura. Si te interesa el tema siempre puedes utilizar la red para profundizar.


Un viaje apasionante en el tiempo es lo que nos propone @itineratur, un tuitero o tuitera con más de 18.000 seguidores que publica curiosos hilos sobre arquitectura y urbanismo.

Siempre resultan interesantes, pero el que publicó a principios de abril se convirtió en una magnífica lección de traffic calming. Era nada menos que sobre la convivencia entre peatones y carruajes en Pompeya. Si, esa ciudad que fue sepultada por las cenizas del Vesuvio. No dejéis de leerlo.

Comprobareis cómo el urbanismo romano contenía los desmanes de los conductores de carros a través de fórmulas que les obligaban a mitigar la velocidad, les impedían acercarse demasiado a las aceras y protegían con unos primos lejanos de los actuales bolardos algunos elementos singulares de la calle, como las fuentes.

También conoceréis los antepasados de las mesetas peatonales, unos bloques de piedra que servían para cruzar la calle paso a paso, como los que todavía hoy existen en ríos poco profundos. Su misión era provocar que los conductores introdujesen, con calma, las ruedas entre ellos, para que no fuesen como locos por las calles.

Toda una lección de urbanidad, como tantas otras que nos dieron los clásicos, de las que muchas ciudades pueden tomar inspiración para mejorar sus índices de siniestralidad vial. Nunca está de más saber que muchas soluciones se encuentran en los libros de historia. Ave, Itineratur!

Este es el link al megahilo sobre Pompeya.

SUSCRÍBETE

Otras entradas interesantes

Share This