Rojo, amarillo, verde y ¿gris?

Marius Navazo analiza en «Semáforos, ¿Para quién?, ¿Para qué?» la función de estos objetos urbanos quizá no tan imprescindibles


Un interesante artículo publicado en el Blog de Gea21 por Marius Navazo fija su atención en los semáforos, ese objeto de nuestro paisaje urbano que tan familiar nos resulta. Y con él, revela una de tantas paradojas que subyacen en la organización de la movilidad: lo que parece una señal de código cromático para favorecer la seguridad vial, quizá no lo sea tanto.

Un completo análisis de la funcionalidad de este icono urbano que llegó a nosotros durante la primera mitad del siglo XX para quedarse hasta la actualidad. La falacia de la rapidez motorizada de los cascos urbanos, la falta de interlocución visual entre las personas que comparten el espacio, la cuestión de la velocidad intermitente, la necesidad de recuperar velocidades máximas menores que las existentes (entre 10 y 30 km/h).

Analiza también la importancia del contacto visual entre conductores o entre conductores y peatones como una posible solución para eliminar los semáforos de la mayor parte de los cruces y pasos de peatones. Un contacto visual que es posible si el coche no supera la barrera de los 30 km/h.

Sin proponer la eliminación total y absoluta de los semáforos, sí nos invita a atrevernos a «una mirada más fresca sobre cómo regular los cruces en nuestros pueblos y ciudades cuestionando el papel de la señalización, de las grandes rotondas, de los semáforos, y en consecuencia de las velocidades elevadas». Un artículo alentador y muy muy recomendable para la movilidad de nuevo cuño que nos gustaría ver a la vuelta de la esquina. Disfrutadlo.

Este link os llevará a «Semáforos, ¿Para quién?, ¿Para qué?»

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