València refuerza con la Plaza de la Reina su vocación peatonal

La icónica plaza del Miquelet se une así a la profunda transformación de la zona del Mercat-Llotja, además de recuperar la plaza del Ajuntament e ir reduciendo el exceso de coches en el centro


València inauguró una de sus grandes plazas con los nuevos criterios sobre movilidad y espacio público que impulsa su Corporación, cuyo concejal Giuseppe Grezzi es la cara más visible de la nueva forma de pensar la ciudad. La capital valenciana es la urbe más grande de las más de 70 que forman parte de la Red de Ciudades que Caminan. Estos tres espacios urbanos suponen entrar en una etapa marcada por la desautoxicación, como ocurre en otras grandes ciudades europeas, como París o Londres.

En un foro para la reflexión urbana que se desarrolló durante todo el pasado mes de mayo, el concejal reafirmó ante el alcalde Ribó su compromiso con la recuperación de la ciudad para las personas reduciendo el número de vehículos motorizados, en la línea que impulsan la mayoría de las ciudades movidas por la lucha contra el cambio climático, la seguridad vial, la recuperación del espacio público, la movilidad alternativa o la vitalidad urbana.

Además de su reconocido impulso a las bicis, València sienta las bases para conseguir un modelo de ciudad más amable, avanzado y que le permita seguir siendo una capital dinámica y atractiva. Es una de las 100 ciudades europeas que han de ser climáticamente neutras de 2030. Están poniendo las bases para lograrlo y lo hacen en varios sentidos.

Recuperación de la Plaza de la Reina

Uno de los principales es darles la vuelta a los espacios más icónicos de la ciudad para convertirlos en lugares más amables y atractivos. Se apoyan tanto en medidas de nivel táctico como con acciones de transformación urbana más definitiva. Recuperaron zonas como la Plaza de la Reina, reabierta en julio. Lo que era una especie de rotonda con aceras, un parking subterráneo y escaso espacio para caminar se ha convertido en un escenario urbano de primer nivel. La Reina es uno de los centros del bullicio urbano, desde la cual se contempla el Micalet, la singular torre catedralicia y se accede al recinto sagrado.

Hoy, liberada de las vallas que la mantuvieron escondida durante los dos años que duraron las reformas, es una plaza que ofrece sombras, espacios de relax, algún arbolado, difusores de agua para incrementar la humedad ambiente y hasta juegos populares. Pero sobre todo un pavimento en plataforma única dispuesto a ser pateado por millones de personas. (En la foto puede observarse la configuración anterior de la plaza, completamente rodeada de espacio para coches).

Lonja – Mercado

Muy cerca de la Reina se encuentra otro de los grandes espacios peatonales recuperados, de enorme trascendencia en la ciudad: toda la zona que rodea el Mercat Central y el edificio civil más importante de la ciudad, la Llotja de la Seda, una relevante obra gótica del siglo XV, Patrimonio de la Humanidad.

Tanto el contorno del mercado como las zonas adyacentes dejaron de ser un torbellino de coches y hoy son espacios de esparcimiento de las personas, que han visto muy mejoradas sus espectativas comerciales gracias a las reformas realizadas. Grezzi recuerda que por este delicado lugar histórico pasaban diariamente más de 6.000 coches.

La plaza del Ajuntament

Esta zona del Mercat-Llotja está a un tiro de piedra de la Plaza del Ajuntament, punto archifamoso en el que tienen lugar los eventos más importantes de las Fallas. La intervención en este espacio tan singular y potente supuso otro hito en la determinación municipal de ganar espacio para la gente. Sus mútliples carriles para coches, que invadían la práctica totalidad de esta enorme plaza central de la ciudad quedaron reducidos a un carril de transporte público para conectar algunas líneas de autobús y accesos a garajes de la zona.

De momento, la plaza fue objeto de una intervención provisional, ya que la definitiva se realizará tras un concurso público. De momento se instalaron algunas jardineras para incrementar la sensación de verde y al mismo tiempo marcar los carriles para la escasa circulación motorizada prevista. También pintaron el pavimento de un color rojizo para reforzar visualmente el cambio.

Menos coches

En paralelo, se produjeron importantes reducciones del tráfico motorizado en las generosas avenidas que confluyen en la plaza o se encuentran en sus proximidades, como Colón, que vio mermada su capacidad para los coches particulares.

Lo más importante es la invasión de personas que ocurre cada día, pese a que desde algunos sectores se auguraba una desertización de la zona. Ver a la gente disfrutar del espacio liberado y comprobar cómo se mantiene viva y activa aunque sea con esta solución provisional, es motivo de orgullo para sus impulsores. 

De hecho fueron bastantes las resistencias a las transformaciones que con el apoyo de un sector de la prensa local se hicieron notar ya desde que se tomaron las primeras medidas, hace ahora 7 años. Pero la determinación y la seguridad del municipio están demostrando que estas primeras transformaciones están dando resultados muy positivos.

La mitad viven fuera

València tiene unos 800.000 habitantes, pero otras tantas personas residen en su área metropolitana. Pese a que están logrando que valencianos y valencianas se muevan menos en coche, lo cierto es que la cantidad de autos que llegan desde el exterior del municipio es descomunal, “incluso creemos que ha crecido en los últimos años”. Se plantea aquí uno de los grandes problemas de la movilidad urbana de este país: la coordinación metropolitana.

Los municipios no tienen mecanismos jurídicos para ordenar este sistema, que corresponde la las comunidades autónomas. En el caso de València se plantean objetivos a 2035. De ellos depende, por ejemplo, la disposición de aparcamientos intermodales para que los coches no entren en la capital y puedan quedarse al pie del metro o el autobús, o una red adecuada de carriles bici interurbanos. Las leyes generales continúan sin ofrecer a las ciudades instrumentos legales para ordenar soluciones adecuadas a la movilidad metropolitana.

Futura ZBE

Las futuras ZBE son otra de las áreas en las que trabaja la ciudad para transformarse en climáticamente neutra. Todavía no han configurado un modelo definitivo, ya que esperan que el Gobierno se aclare un poco más con el asunto de las etiquetas. No obstante, están avanzando en paralelo para lograr reducir paulatinamente el número de coches en el espacio público.

Aprovecharán este período de incertidumbre para abrir un proceso de participación entre la ciudadanía, al objeto de recoger la impresión de los distintos sectores sociales y profesionales en torno a este trascendente tema, ya que es un asunto de ciudad y todas y todos deben comprometerse. El pasado 22 de junio tuvo lugar la reunión de la Mesa de Movilidad para tratar este asunto de gran importancia para el futuro.

De momento están aprovechando los recursos Next Generation para adquirir el material tecnológico necesario para leer matrículas en toda la ciudad, especialmente en las grandes entradas y los límites de los círculos concéntricos en los que han dividido la urbe.

Sistemas de aparcamiento

También están estudiando los sistemas de aparcamiento, adecuando el número de plazas disponibles al coches de residentes y el resto de tráfico necesario (repartos, abastecimientos, etc). Cada zona se estudia pormenorizadamente, hablando con la vecindad y tomando las decisiones más adecuadas para conseguir que las personas que proceden del exterior accedan a la ciudad en transporte público u otros medios, o tengan que aparcar su coche pagando.

Centralidades de barrio

Otro aspecto agradable del trabajo municipal es el que tiene que ver con las centralidades de barrio, ya que la recuperación de los espacios no sólo debe afectar a las plazas más céntricas e icónicas. En algunos lugares cuyas plazas habían sido invadidas por los coches, están recuperando el espacio para convertirlas en lugares más amables y con mayor vida social.

La ciudad de las bicis

Y todo ello sin hablar de los importantes avances ciclistas que se produjeron en la ciudad, por la que es sobradamente conocida y que constituyeron un éxito rotundo, ya que el número de ciclistas se incrementó considerablemente en esta ciudad grande y llana. Tienen pendiente la eliminación de algunas aceras-bici que datan de épocas anteriores, pero decidieron aplazarla para dedicar todo el esfuerzo posible a ampliar su red segregada por grandes avenidas.

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