Por unas ZBE más ambiciosas

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Menos coches en las ciudades. Eso es lo que deben perseguir las Zonas de Bajas Emisiones


Una ZBE no tiene por qué ser únicamente una zona donde no se quemen derivados del petróleo, sino también en la que circulen pocos coches o casi ninguno. Bajar las emisiones debe consistir inicialmente en reducir el tráfico motorizado, para después ir sustituyendo los carburantes progresivamente. Este es el espíritu de la nueva campaña de la Red de Ciudades que Caminan, cuyos principios persiguen la mejora global de la calidad de vida en los espacios urbanos, aspecto en el cual la carbonización de la movilidad es sólo una pata. 

Bajo el título “Más que ZBE” se busca poner el acento en la recuperación del espacio público de la ciudad, algo que no se conseguiría sustituyendo los coches actuales por otros eléctricos.

La Red de Ciudades que Caminan mantiene viva la esperanza en que las autoridades amplíen el actual concepto de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que figura en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, ahora centrada exclusivamente en la sustitución de los coches actuales por los considerados “eco”. Coches que ocupan el mismo o más espacio.

Reflejarlo en leyes o reglamentos

Tras una primera reunión en el Ministerio de Transición Ecológica del presidente de la Red, Miguel Anxo Fernández Lores, los responsables del mismo se mostraron favorables a esa nueva perspectiva, que podría incorporarse a los reglamentos que deriven de la ley, o incluso a la futura Ley de Movilidad Sostenible que otro ministerio, el de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana está preparando.

El concepto ZBE es insuficiente tal como está planteado en el Anteproyecto de Ley, entre otras cuestiones, caracteriza a estas zonas según el combustible de los vehículos que pueden acceder a ellas, y no según la cantidad de vehículos que circulan dentro de su área.

Tráfico a motor necesario

Para superar ese hándicap, la Red propone que se defina legislativamente el concepto de “tráfico a motor necesario” para poder restringir fehacientemente el uso del coche en las ciudades. Estos desplazamientos serían los que realizan los servicios públicos, las emergencias, la mensajería y distribución de mercancías, el reparto domiciliario, el acceso a garajes o aparcamientos, servicios a hoteles, el acceso para personas con movilidad reducida y el transporte de bultos por residentes y profesionales.

Este tipo de desplazamientos, no obstante, también podrían estar regulados como cada ciudad desee en función de horarios, distritos, tipo de vehículos o incluso con respecto a su nivel de emisiones.

Fórmulas más efectivas que las actuales ZBE

El marco legal del Estado, además, debe tener en cuenta que algunas ciudades están apostando por otras formas de reducir emisiones todavía más efectivas y estructurales, con fuertes restricciones al acceso en coche, independientemente de su combustible. Paradógicamente, estas ciudades tendrían que permitir el paso de coches eléctricos en muchas vías liberadas de cualquier tipo de tráfico a motor innecesario.

Más ciudades, más de una zona en cada ciudad

Además, tal como están concebidas hoy las ZBE, para ciudades de más de 50.000 habitantes, se deja fuera a una gran parte de la población urbana del país, por ello se estima que debería ser obligatoria en municipios de al menos 20.000 habitantes, y que los que tengan más de 50.000 deberían tener uno de estos espacios restringidos pro cada distrito de 50.000 habitantes, con lo que una ciudad de 200.000 personas debería tener 4 ZBE y las más grandes, 20 de esas zonas por cada millón de habitantes.

Un memorándum sobre las ZBE

Un memorándum elaborado por la Red de Ciudades que Caminan repasa algunos aspectos de la movilidad que han de tenerse en cuenta a la hora de descarbonizar las ciudades, adaptándolas a una nueva forma de gestionar el espacio público. Esa nueva fórmula consistiría en dar prioridad a las personas en el espacio público, y considerar que éste no sólo existe para dar soporte a la movilidad sinó a muchas otras actividades vitales como pasear, estar, charlar, encontrarse o jugar.

Facilidades al automóvil privado

El informe recuerda que el tráfico motorizado necesario es muchísimo menos que el que actualmente discurre por nuestras ciudades. Mucho del tráfico existente se produce como consecuencia de las facilidades al automóvil y a su estacionamiento.

Reducir el número de desplazamientos

Considera así mismo que resulta mucho más efectivo para la descarbonización reducir los desplazamientos en coches particulares motorizados, que podría complementarse con la sustitución de los carburantes de los motores y prfoundizar en medidas como las recientemente adoptadas de limitar las velocidades máximas. 

Reducir emisiones y ganar espacio

Con estas medidas se conseguiría mejorar la convivencia y la coexistencia en el espacio público, reducir las emisiones contamiantes y aumentar la seguridad vial. Si la descarbonización se reduce a sustituir unos coches por otros, no incide en las políticas de movilidad ni en la calidad del espacio urbano, cuyas funciones no se limitan a la movilidad, sinó que abarcan otras muchas actividades humanas como el ocio, la cultura, el deporte, la educación o el juego.

Accede al memorándum de la campaña

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