Sólo restringiendo los coches mejorarán las ciudades

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El presidente de la RCqC defendió en el Foro de las Ciudades que el derecho al espacio público sea igual que el de la educación o la sanidad


Restringir el espacio que las ciudades destinan al coche fue una de las principales ideas que puso sobre la mesa el presidente de la Red de Ciudades que Caminan, Miguel Anxo Fernández Lores, en el Foro de las Ciudades de Madrid, que celebró un laboratorio monográfico dirigido por Carlos Martí con la participación de numerosos protagonistas, entre los cuales se encontraban el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible de Logroño Jaime Caballero, ayuntamiento recientemente incorporado a la Red, y el de movilidad de Bilbao, Alfonso Gil.

Caballero apostó por dedicar cada vez más atención a los medios activos de transporte, como la bici y caminar, para desincentivar los modos insostenibles, con referencias a los medios tácticos que la capital riojana puso en marcha en el proceso de desescalada. Gil se refirió a Bilbao como ejemplo de limitar la velocidad en toda la ciudad —no sólo en las vías más anchas— a 30 km/h, para convertirse en la primera ciudad de gran tamaño que adoptará esa medida.

El derecho al espacio público

Lores manifestó que “cada ciudad, sea del tamaño que sea, es diferente, pero todas ellas tienen algo en común: el derecho de sus ciudadanos a disfrutar de un espacio público sano y seguro, un derecho similar a la sanidad o la educación. Sea del tamaño que sea cada ciudad, las personas siempre deben tener la prioridad en el uso del espacio”. Como es habitual en sus intervenciones, animó a los responsables municipales a actuar con decisión, autoridad y valentía, con arreglo al programa electoral, en vez de buscar consensos muchas veces imposibles que pueden llegar a frenar los cambios importantes.

La ciudad no es para correr

“Necesitamos reducir el uso de los coches particulares, sacando de la circulación los que no son esenciales, los que van de paso o los que sólo buscan aparcamiento”. En relación a otros medios de transporte, dijo a modo de sentencia “la ciudad no es para correr; ni el coche, ni el bus, ni la bici ni el monopatín. La ciudad es para convivir, para coexistir”. Recordó igualmente la clásica teoría de la “unidad de vecindad” o “ciudad de los 15 minutos”, que consideró un ideal urbano: “tener cerca todo lo que necesites en tu vida cotidiana, para que puedas realizar a pie la mayor parte de tus actividades”.

El presidente de la RCqC dijo que le resultaba “absolutamente dramático” que muchísimos jóvenes de nuestra época estén al aire libre sólo una hora u hora y media, en referencia a la llamada “generación del asiento da atrás”, como muchos investigadores denominan al constante traslado de niños y niñas en coche entre el domicilio y la escuela: “Cuando iniciamos la transformación de Pontevedra, hace 20 años, la ciudad era un almacén de coches y se registraba una falta total de autonomía de las personas; de los mayores, de los niños, de quienes tienen dificultades funcionales. Luchar por que todas esas personas pudiesen mejorar su calidad de vida fue nuestra principal motivación; así se logra mejorar integralmente ciudades, abarcando numerosos aspectos, desde la contaminación a la seguridad, el dinamismo económico o la accesibilidad”.

El urbanismo táctico de Logroño

Por su parte, el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible de Logroño, Jaime Caballero, expuso su experiencia en urbanismo táctico tras la pandemia del Covid19: “Teníamos una serie de planes para fomentar la movilidad activa, que hemos impulsado a través del programa “Calles Abiertas” en una ciudad en la que el caminar es el modo de traslado mayoritario de las personas, si bien el motor ocupa el 80% del espacio disponible, y lo estamos llevando a cabo a través de acciones tácticas”.

Equívocos sobre el transporte público

El concejal bilbaíno Alfonso Gil, presidente de la Comisión de Transportes de la FEMP, lamentó la difusión de mensajes equívocos en torno a la seguridad de los transportes públicos, especialmente importante en este momento, pues la gran mayoría de los usuarios (alrededor del 70%) no tienen otra manera de trasladarse, por lo que se trata de públicos cautivos. Además, cada día se comprueba que trenes y autobuses, observando las medidas adecuadas, no son focos de contagio del virus.

Fomentar el prestigio del TP

Antonio Lucio, director de la Fundación Movilidad, puso el acento en la necesidad de revalorizar socialmente la costumbre de viajar en tren o autobús: “Nuestro transporte público necesita prestigio, cariño, dinero y una alta consideración social; es hora de ver a personajes populares o líderes de opinión presumiendo en sus redes sociales de viajar en bus; esa promoción es una gran asignatura pendiente”.

Amplia referencia de EFEVERDE a la celebración del Foro

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