¿La calle es sólo para circular?

MIRADAS | BUENAS PRÁCTICAS


Para que la movilidad sólo sea un uso más del espacio público este debe transformarse. En este barrio de Logroño la circulación pierde eficacia para favorecer la convivencia y la seguridad mediante medidas sencillas como esta transformación de una intersección: se amplía el espacio público peatonal frente a un biblioteca y se consigue una ordenación del tráfico en forma de bucle para evitar la circulación motorizada de paso.

La mayor parte del espacio público urbano se ha confundido con la vialidad, otorgando de manera sistemática a esta función un claro predominio sobre el resto de funciones que forman parte de su definición (estancia, encuentro social, actividades culturales y comerciales, juego, paseo…).

Esta situación ha hecho que, en términos generales, el espacio público se haya visto absorbido por la movilidad, hasta el punto de que en muchos casos su esencia como escenario para la convivencia y el desarrollo personal y colectivo desaparece, siendo la movilidad peatonal la única vía para abordar todo lo que queda fuera de su función como soporte para movernos en vehículo.

Este contenido forma parte de los materiales didácticos de la Escuela de Espacio Público de la Red de Ciudades que Caminan

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