Santa Úrsula quiere avanzar hacia un espacio público más saludable

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La ciudad celebró su 25º Semana de la Salud con la presencia de Ana Montalbán y Salvador Rueda


Salvador Rueda y Ana Montalbán fueron los protagonistas del foro de Santa Úrsula, una ciudad para la vida, cuya Semana de la Salud celebró su vigésimo quinta edición de la mano de este municipio canario, de 15.000 habitantes que mira al Atlántico desde la isla de Tenerife.

Esta ciudad, que ha manifestado su intención de unirse a la Red, quiere trabajar para reducir la presencia del coche en sus calles y crear entornos sanos, saludables y seguros, intención en la que se enmarca esta serie de actos relacionados con la salud. 

El acto estuvo conducido por la concejala Salomé Fernández y tuvo lugar al aire libre, en el espacio cultural La Casona, alabado por ponentes y participantes por su valor como espacio verde y favorecedor del contacto entre las personas. Un ejemplo, además, de lo que podrían ser muchas de las calles del municipio una vez liberadas del tráfico innecesario. 

Los códigos genético y postal

Abrió las intervenciones la directora técnica de la Red de Ciudades que Caminan, Ana Montalbán, quien se refirió en primer lugar a los modelos de ciudad, repasando los modelos actuales de proximidad y amigabilidad, que pueden agruparse y sintetizarse en uno solo. Hizo hincapié en que no se trata ir contra el coche, sino  a favor de la salud, refiriéndose posteriormente a la relación de la salud tanto con el código genético como con el postal, concluyendo que la ciudad puede ser un gimnasio, en alusión a la propia topografía de la isla, beneficiosa para la salud.

Así mismo, la cohesión social también influye en la salud, con el ejemplo del efecto Roseto (ciudad americana donde se registró mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares al abandonar la cultura y alimentación mediterráneas que traían los inmigrantes).

Este modelo de ciudad se corresponde con una movilidad saludable que pasa por dos puntos indispensables. Por una parte, las restricciones al coche particular en las calles urbanas (espacio, privilegios…) y por otra la accesibilidad universal, con las ventajas que ello supone para la ciudad. Esta no se reduce únicamente a eliminar barreras; sino que trata de brindar la posibilidad de acceder a sus beneficios sin depender de un coche.

Abusar del coche

El otro participante, Salvador Rueda, abrió la escala de sus explicaciones mostrando evidencias científicas relativas al calentamiento global y a otros efectos del abuso del vehículo. Habló de la necesidad de hacer ciudades más verdes, más azules, más marrones… subrayando la necesidad de bajar la temperatura.

También consideró el transporte público como única solución posible para reducir los problemas que genera el tráfico en la isla, con referencias a los positivos resultados obtenidos en Vitoria (el sistema allí funciona como un metro, con tiempos de espera que no suelen superar los 5 minutos. También recomendó aprovechar los espacios urbanos, en lugar del campo, para la instalación de placas solares; señaló ejemplos muy interesantes como aparcamientos de borde en altura cubiertos con placas solares; pérgolas realizadas con paneles solares, o la implementación de este tipo de medidas en los espacios de servidumbre del aeropuerto.

Aquí una información para contextualizar

Aquí un pequeño vídeo sobre el acto.

Aquí información local sobre la jornada

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