Fue la última sede de los Obradoiros Ágora, tras A Estrada, Tomiño y Vilagarcía, una experiencia singular para un alumnado muy activo
La cuarta y última cita de la serie que la Facultade Ágora programó para este curso tuvo lugar en Ponteareas, una experiencia compartida entre alumnos, expertos, técnicos y representantes políticos con la mirada puesta en la mejora del espacio público, el gusto por la calidad de vida y las movilidades alternativas como epicentro del bienestar humano y el impulso social.
Desde la Plaza Bugallal, epicentro de la peatonalización de la ciudad, hasta “los planes a corto plazo para cumplir los muchos sueños que el equipo consistorial plantea para su futuro inmediato” fueron protagonistas de una jornada participativa, dinámica y constructiva en el que la observadora invitada, Paula Teles, trajo desde Portugal un mensaje directo y romántico en su análisis lleno de ilusión para la ciudad.
Según las palabras de bienvenida de la alcaldesa, Cristina Fernández Dávila, “el proyecto se ha desarrollado a un ritmo tan rápido y de forma tan inminente que hasta ahora no habíamos podido hacer balance del resultado de todas las estrategias diseñadas. Valorar a día de hoy lo que un día ideamos para mejorar la ciudad es una satisfacción compartida, en la que se agradece la intervención de la Facultade Ágora y de todos los asistentes a la jornada”.
La libertad de usar los pies
Destaca la ingeniera portuguesa Paula Teles que el primer deseo del niño es caminar, y también los pasos son lo último que desea perder el anciano en su declive. Dice también que no hay mayor belleza ni libertad que la de usar los pies…tener derecho a pasear y que los bancos sean descanso y el mayor signo de humanización que se le puede otorgar a un paisaje urbanístico. Todo ello se presenta en la fotografía actual de Ponteareas, de forma sorprendente y original en algunas de sus calles principales. El banco, situado en el punto central de una calzada, es la demostración real de como el municipio quiere devolverle sin discreción y de forma muy valiente al peatón todo su protagonismo.
Fue con este mismo ejemplo con el que el Concelleiro de Mobilidade, Roberto Mera Cobas, apasionado del proyecto y uno de sus impulsores principales, arranca su análisis sobre los éxitos alcanzados en los últimos dos años y detalla en una amplia reflexión el importante proceso de cambio en marcha. “Era necesario diseñar una metodología de acciones y medidas en la que el ciudadano fuera la prioridad. Las ciudades no pueden ser almacenes de coches que no se usan, que pasan los días aparcados. Se debe entender que dejar el coche lo más cerca posible de la vivienda del propietario no es lo prioritario para el disfrute general de la ciudad. El bien privado no debe primar en el espacio público. Desde las instituciones logramos reordenar el aparcamiento, ofrecer zonas habilitadas, hay vecinos que han cedido terrenos para ello… en nuestro plan no se pierden plazas, solo se reubican”.
La participación de la ciudadanía
Para cubrir las grandes carencias del modelo anterior, era fundamental que la ciudadanía entendieran la importancia de invertir las necesidades. Para ello -insiste Mera- la metodología fue clave… facilitar un modelo integrado en el que la política, lo ambiental y lo social avanzasen de la mano desde un enfoque global e integral”. El proceso de cambio, destaca, todavía no ha terminado. Con un entusiasmo propio de quien confía con absoluta pasión en le proyecto, Roberto Mera recuerda la logística urbana cuatro años atrás “coches dando vueltas durante horas para conseguir donde aparcar, más de 1000 vehículos por hora en el centro neurálgico, gasto extra de gasolina, mayor contaminación, pérdida de tiempo…menor belleza local”.
Los expertos coinciden: comunicarlo bien a los vecinos fue clave para el éxito. Exponer la hoja de ruta antes, comunicar el proyecto, involucrar a la policía local para que pueda resolver dudas en el día a día, dedicar tiempo a explicar las razones por las que es mucho más importante fomentar el transito para los comerciantes que el propio dependiente pueda aparcar en su puerta… dedicar tiempo a la comunicación y concienciación supone el punto de partida para el éxito de cualquier cambio.
Aparcamientos disuasorios
La alcaldesa toma la palabra ante este asunto. Resalta que es un punto fundamental para la buena evolución del proceso. “Se mejoró la descarga del comerciante, se ofrecen aparcamientos alternativos en zonas cercanas, los propios vecinos se involucraron en la búsqueda de alternativas. Si muchos ponteareanos tenían dos o tres vehículos por hogar y un solo garaje, entendieron que eso no podía ser responsabilidad exclusiva del concello. Eran imprescindibles aparcamientos disuasorios que se construyeron en paralelo a la transformación de la ciudad”. Para ello reconoce que la pandemia fue una gran ventaja. Los vecinos asumieron la importancia de ganar espacio urbano para caminar más separados, para que los ciudadanos pudieran disponer de las calles en las horas de salida, previniendo el contacto físico. Es otra premisa en la que coinciden cargos públicos y expertos: la pandemia nos hizo más conscientes a la necesidad de convertir las calles y plazas en un entorno cómodo, bonito, pero también seguro, destacando el poder del diseño, la fuerza de la educación y con el objetivo de mitigar la inseguridad que sentía el ciudadano tras la pandemia, el momento parecía el más adecuado para apostar por los cambios.
Dentro del modelo formativo diferente que proponen los Obradoiros Ágora, un importante número de alumnos debatieron en mesa redonda sobre un alto número de fotografías de “buenas -y algunas todavía mejorables- prácticas de la ciudad”, el objetivo principal de la rueda de opiniones entre alumnado y expertos fue hacer balance de todas las estrategias rigurosamente trazadas por el equipo consistorial y el amplio número de técnicos y funcionarios involucrados en la transformación de la villa. Tras la completa presentación del concejal Roberto Mera, los participantes del Obradoiro pudieron analizar en detalle el pasado, presente y futuro urbanístico de una ciudad con el foco puesto en mejorar la calidad de vida basándose en el análisis de varias imágenes que ellos mismos habían tomado durante el paseo a “la deriva” de primera hora de la jornada.
Ana Montalbán, directora técnica de Ciudades que Caminan, resalta de forma muy destacada algunos aspectos claves: la no presencia de bolardos, limitándose al uso de la pintura de la calle, le parece muy significativa. La accesibilidad, la facilidad de promover la movilidad tras la pandemia era algo imprescindible que se convirtió en un aliado clave para el desarrollo de la concienciación social.
Las terrazas
Un nuevo tema recurrente sale a la palestra. ¿Son las terrazas una invasión de la zona peatonal o es un elemento de disfrute que se justifica? El debate está servido. Son varias las zonas hosteleras que ocupan todavía, de forma muy llamativa, las zonas peatonales de la ciudad. Si bien una parte importante del foro consideran que dan vida y humanizan los espacios, arquitectos municipales y alumnos opinan que sillas y sombrillas de gran porte impiden percibir el espacio como zona de tránsito. La prioridad, concluyen, es que el peatón pasee, no que se intercambie por un negocio lucrativo. Fernando Nebot, experto en movilidad y jefe de estudios de la Facultad, es rotundo, “las terrazas deben ocupar zonas de calzada y restar espacio al tráfico de coches”. Por su parte, el asesor de movilidad de la Diputación de Pontevedra, Jesus Fole, aporta que las terrazas, en la ciudad del Lérez, fueron claves para calmar el tráfico y hacer entender al peatón la filosofía de ciudad “por más que la estética y estructura de algunas de ellas sean tan invasivas que no puedan si hacerse llamar terrazas”. Sin embargo, coinciden ambos, es prioritario que puedan circular los carritos de bebés, las sillas de ruedas, las personas con paraguas que se cruzan… La gente siempre es lo primero.
Entre los asistentes, un foro involucrado y participativo, los comentarios de interés son muchos. Los contenedores de basura despiertan otro debate extenso… de utilidad indiscutible, pero estética dudosa y comodidad limitada cuando es necesario esquivarle o desviarse de las aceras para poder transitar. “Limar la ubicación de estos elementos de necesidad como las basuras o buscar alternativas válidas para las terrazas deben ser el próximo cambio, igual que es importante lograr explicar bien al ciudadano que el coche es un bien privado, y nadie se plantearía hacer responsable a terceros de donde dejar sus lavadoras o frigoríficos si necesita tener más de los que caben en sus domicilios”, propone uno de los participantes al foro.
Más apuntes para los próximos meses de trabajo: el papel de la bici, fundamental siempre que no reste tranquilidad al peatón. El valor de dar a cada ciudad la vida propia que necesita, más allá de las teorías. Escuchar el ritmo de la calle, de la gente, de las aceras.
El papel de la Policía Local
El equipo consistorial, centrado en los objetivos a corto plazo, quiso destacar de forma reiterada el compromiso en la transformación de la policía local, destacando en repetidas ocasiones la importante labor de su jefe Benigno Moldes, recientemente desaparecido. “Sin la mirada crítica de los funcionarios locales, con sus opiniones, sugerencias y compromiso en la educación social de los ciudadanos, la transformación tal y como se ha producido hubiera sido imposible”. Tanto la alcaldesa como el concejal, como los técnicos locales, quisieron resaltar, con el afirmación de la ingeniera Teles, que es absolutamente fundamental explicar a los organismos locales los planes a seguir y los objetivos finales.
La observación participativa de los asistentes fue protagonista de una tertulia marcada por interesantes puntualizaciones. Esta cuarta estación en Ponteareas de los Obradoiros de la Facultad Ágora puso el broche de oro a una inmersión por Tomiño, A Estrada e Vilagarcia de Arousa como ejemplos de transformación e impulso, ante la atenta mirada de un alumnado dispuesto a hacer compatible urbanismo, humanismo y belleza en las ciudades gallegas.
