Torrijos canta el declive del automóvil

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“El coche alteró la estructura del mundo”, dice el autor de «Territorios Improbables» y de la popular “Brasa” en Twitter


El coche, ese objeto fascinante y cautivador, está empezando a dejar de tener sentido. Fue la impresión que el arquitecto, periodista y divulgador Pedro Torrijos trasladó al congreso de la Red de Ciudades que Caminan en su lección inaugural, celebrada en el Pazo da Cultura de Carballo el pasado 8 de octubre. “La existencia del coche fue un proceso en embudo. Hizo su aparición estelar, todo se abrió ante él, pero después de su recorrido social, es la propia sociedad la que lo está expulsando de nuestras ciudades”, declaró optimista.

El conferenciante es autor de “La Brasa Torrijos”, una intervención que tiene lugar en directo todos los jueves por la tarde en Twitter y que reúne a miles de seguidores para visitar un espacio arquitectónico o urbano singular en cualquier parte del mundo. También está en plena promoción de su libro “Territorios improbables”, una versión ampliada de La Brasa, que suscita críticas muy positivas y está muy bien posicionado entre los libros de divulgación.

El coche, sostuvo Torrijos, “alteró la estructura del mundo”, haciendo referencia a grandes hitos arquitectónicos como Ville Savoye, de Le Corbusier, También citó a la ciudad de Brasilia, proyectada por Óscar Niemeyer con la intención de crear un espacio capaz de hacer felices a las personas que la habitarían, y que se moverían por su interior sólo en coches. También citó un popular cajero automático que el antiguo Banesto tenía en el Paseo de la Castellana de Madrid, en el cual podían hacerse operaciones bancarias sin salir del coche, como ocurre hoy en algunos restaurantes de comida rápida.

Cine y automoción

Realizó un divertido repaso sobre la relación entre el cine y la automoción, para reforzar los vínculos entre el automóvil y las manifestaciones más rotundas de la cultura del siglo XX, que finalizó con el famoso fotograma del mega atasco de La la land, ya que “el problema del coche no es la coerción que desde los ayuntamientos se ejerce contra él, el problema es la saturación, el atasco”. Se refirió a un estudio sueco que resalta que el estrés generado por el coche, lo es realmente por el atasco, no por el coche en sí mismo.

En los Estados Unidos han permitido el acceso sin límites del coche a las ciudades de las personas que viven en casitas alrededor de las ciudades, que se han ido creando en función de las grandes posibilidades de desplazamiento que ofrecían los coches. Ahora mismo ya han atravesado el momento “driving boom” y las personas que no quieren carné de conducir son cada vez más.

También mostró como escena ejemplificante de los tiempos del coche una imagen del Arco de Triunfo de París, paradigma del urbanismo europeo pensado para ofrecer al coche un papel protagonista en la ciudad. Hoy, el municipio parisino impulsa la desautoxicación de ese lugar y de su principal avenida, los Campos Elíseos. Y citó también ejemplos de Madrid: la Puerta del Sol, que peatonalizaron por completo hace pocos meses y Madrid Río, la operación que ganó un parque lineal paralelo al Manzanares gracias a que enterraron y ampliaron la M30, que antes aprisionaba al pequeño río que atraviesa la ciudad.

Por último, Torrijos relacionó el declive del coche con la merecida importancia que la sociedad de hoy da al feminismo, ya que el coche “es un objeto aspiracional sobre todo masculino”.

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