Sevilla tiene un andar especial

Una de las fundadoras de Ciudades que Caminan asume retos cada vez más ambiciosos


Patear Sevilla para descubrir sus encantos es un deporte estimulante para el cuerpo y engrandecedor para los sentidos. Lo saben bien sus millones de visitantes anuales, que suman su energía a la de los casi 700.000 habitantes de la capital de Andalucía, una de las grandes Ciudades que Caminan, de las fundadoras de la Red y de las que más en serio se tomó el reto de su caminabilidad, que continúa con evidentes avances.

Vivir en la calle

Una ciudad plana, compacta y amigable cuya cultura vive en la calle. Si eso es muy frecuente en el sur de España, es especialmente importante en Sevilla. Su carácter expansivo y su enorme personalidad cultural, arquitectónica y hasta espiritual hacen de la ciudad el escenario perfecto para caminar. Sólo el calor de las canículas veraniegas es capaz de disuadir a algunos caminantes no acostumbrados al clima. La inteligente disposición de sus históricas callejuelas, no obstante, permite crear salvadoras zonas de sombra en barrios de sabor árabe y en el conjunto de su enorme centro histórico, altamente peatonalizado.

Primero las personas

La ciudad está cambiando gracias a la filosofía que contiene su Plan General y el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible: poner en lo alto de las prioridades a las personas, seguidas de las bicis, el transporte público y el coche privado. Un modelo de ciudad que suscitó grandes críticas inicialmente. Críticas que hoy prácticamente nadie sostiene, como suele ocurrir en estos procesos. Generan miedo en comerciantes y algún sector de la población, pero el tiempo demuestra que son éxitos para la vitalidad social y económica.

El inicio de las peatonalizaciones

La historia peatonal de Sevilla se remonta al principio de los 90, cuando Tetuán y Velázquez, paralelas a la famosa calle Sierpes —el legendario eje comercial-peatonal de la ciudad— se quedaron sin coches. En un extremo, Plaza Nueva. En otro La Campana, focos vitales del centro sevillano.

Recuperación de O’Donell

Prohibidos los coches en la arteria central Hubo que esperar 14 años hasta 2005, cuando el Ayuntamiento eliminó los coches de O’Donnell, que atravesaba el angosto centro sevillano con una enorme densidad de coches, humos y ruidos, una calle también paralela a los dos ejes anteriores, con lo que se logró un trío viario que ganó mucho espacio peatonal y configuró una forma de disfrutar la ciudad que la sevillanía fue convirtiendo en seña de identidad.

Avenida de la Constitución

El daño que hacían los coches al pasar ante la catedral, ayudó a retirar el tráfico a motor por esta ancha vía de edificios modernistas, trazada con motivo de la exposición de 1929, que une el río con el Ayuntamiento. Ocurrió en 2007 y, aunque está atravesada por un tranvía y un carril bici, por su magnitud y su gran atractivo visual se ha convertido en uno de los espacios de uso peatonal más icónicos de España.

“La piel sensible”

En ese año, y con la sugestiva denominación de “La piel sensible” el Ayuntamiento presentaba la peatonalización de las plazas del Salvador, Alfalfa, Pescadería y Pan, con sus calles próximas. Supusieron un interesante avance en la cultura peatonal del centro histórico, si bien creó una profunda polémica urbana no tanto debido a la peatonalización, que ya había demostrado a la ciudad sus beneficios, sino al diseño del mobiliario. También de 2007 data la peatonalización casi absoluta de la Alameda de Hércules, un gran espacio urbano que recobró vida y atractivo tras su reforma.

Nuevos impulsos peatonalizadores

Actualmente están embarcados además en las transformaciones recogidas en el PMUS. Un conjunto de más de 40 intervenciones urbanas en todos los distritos que abarcan actuaciones de: creación de nuevos ejes peatonales de barrio; ejes de conexión peatonales entre barrios; la creación de cinturones verdes mediante la transformación de grandes avenidas; y la regeneración de entornos, zonas de estancia y esparcimiento.

Microintervenciones

A ello hay que añadir, la apuesta para consolidar la política de micropeatonalizaciones que para generar nuevas oportunidades a nivel de barrio, la dinamización de pequeñas zonas comerciales, la recuperación y puesta en valor de espacios residuales que han sido ocupados por el vehículo, o la generación de una red de pequeñas zonas de estancia distribuidas en los barrio y que hacen que las calles de los mismos resulten más amables para el peatón, humanizando los espacios de la ciudad y permitiendo recuperar la esencia de la vida en los barrios a favor de los niños, las personas mayores o cualquier otro usuario. O incluso la propuesta para ensayar iniciativas en torno al concepto de supermanzanas.

El “Plan Respira”. El Casco Antiguo, Triana y los barrios colindantes.

El enorme centro histórico principal y el de Triana serán objeto del denominado Plan Respira, que pretende reducir al máximo la presencia del vehículo privado en el interior de estas zonas de gran belleza y valor patrimonial, que además presentan calles de escasa sección y recuperar el espacio público para el peatón, como continuación de la declaración del Casco Antiguo en 2017, como Zona 30 y Zona 20 con prioridad para el peatón y la bicicleta.

Plataformas únicas

El establecimiento de prioridades a la hora de abordar la paulatina reurbanización del Casco Antiguo para hacerlo accesible y cómodo para el peatón mediante la implantación de plataformas únicas y la recuperación del espacio mediante el urbanismo táctico en los principales accesos al Casco Antiguo desde el exterior abren un nuevo horizonte para el donde el peatón es el protagonista de esta nueva historia que se está escribiendo.

Itinerarios radiales

La continuación de las peatonalizaciones de la calle Asunción desde Virgen de Luján hasta la Feria, la calle San Jacinto hasta Esperanza de Triana, y la nueva peatonalización de la Cruz Roja, permitirá extender esta política al exterior mediante la creación de nuevos itinerarios peatonales radiales con los barrios limítrofes al Casco Antiguo y la prolongación de los existentes que acerquen el Casco Antiguo a los vecinos de los barrios circundantes invitando a pasear a sus habitantes y adentrarse en el corazón de la Ciudad de forma segura y agradable, además de permitir dotar a estos barrios de nuevos espacios para el esparcimiento, el ocio y el caminar.

El Duque. Un centro neurálgico

Uno de los grandes avances abiertos por el Ayuntamiento es la recuperación de la Plaza del Duque, punto neurálgico de la confluencia de los ejes peatonales Norte-Sur y futuro eje Este-Oeste del Casco Antiguo. En este punto confluyen los principales ejes de actividad comercial del Casco Antiguo de la Ciudad. Unos traen flujos procedentes de la animada Alameda de Hércules, otros los de Sierpes, O’Donnell y Encarnación, conectando todo ese conjunto de animadas calles con la Plaza de la Encarnación donde se ubica el Metropol-Parasol conocido como “Las Setas”, que fue configurándose como uno de los principales atractivos turísticos de la capital andaluza.

De punta a punta

La conexión con la recientemente peatonalizada calle Baños, y la futura peatonalización de las Plazas de la Gavidia, Concordia y Duque de la Victoria, son el inicio de un proceso de transformación más amplio que pretende extender esta red peatonal de Este a Oeste del Casco Antiguo, la recuperación de la plaza de Ponce de León y el eje Campana-PuertaOsario para el peatón. En definitiva, conseguir implantar una red de calles y espacios peatonales que atraviese de punta a punta en todos los ejes cardinales el Casco Antiguo de la Ciudad.

Metro ligero

Para ello, la ciudad se encuentra inmersa en un ambicioso proceso de ampliación de la red de transporte público con la prolongación del Metro Ligero en Superficie hasta el corazón del Casco Antiguo, y su conexión con las futuras líneas 2 y 3 de Metro que permitirán conectar los barrios más poblados de la ciudad con el corazón del Casco Antiguo.

La Plaza de la Magdalena

La Plaza de la Magdalena quedó marginada de las peatonalizaciones de las calles O´Donnell, Tetuán y Rioja, viéndose relegada a cumplir el papel de rotonda, arrinconada y marginada por el vehículo, como si de una isla se tratase, rodeada de un mar de vehículos que impiden que la misma pueda mostrar su verdadero esplendor. El Ayuntamiento ya ha iniciado las obras que van a permitir que esta plaza se integre dentro de del circuito peatonal de las calles la rodean expulsando a los vehículos, y permitiendo que la misma se muestre como lo que nunca debió dejar de ser, un espacio para pasear, para sentarse a descansar y para disfrutar de la Ciudad.

La Ciudad 30

Desde hace tiempo, Sevilla ha venido preparándose para la llegada de la Ciudad 30. Para ello, ha trabajado para definir un exhaustivo listado de calles y avenidas que considera principales para la distribución del tráfico, y el resto quedan incorporadas a la red de viario local, donde la velocidad queda reducida a 30 Km/h, donde la bicicleta cobra un papel protagonista en la calzada que pasa a formar parte de forma natural a la ya extensa red de vías ciclistas de la ciudad. También permite calmar el tráfico en las calles donde se desarrolla la mayor parte de la vida urbana, la más extensa de la ciudad, donde se hacen a diario las compras, llevan a los niños al colegio, o simplemente pasean. Así se evita el paso de vehículos de paso, y los que pasan lo hacen a velocidad reducida, ganando en seguridad, en reducción del tráfico de paso, minorando el ruido, la contaminación, y en definitiva, haciendo que caminar resulte más agradable.

Visión metropolitana

Se trata ofrecer a la capital una visión metropolitana, buscando reducir el número de coches que entran en el Centro y en Nervión. Así se eliminarán los tráficos de paso que actualmente atajan por el centro, hacia las circunvalaciones de mayor capacidad. Los traslados norte-sur no pasarán necesariamente por la zona central de la ciudad, mejorando su calidad ambiental y su privilegiado paisaje urbano.

Acabar con los carriles bici a la altura de las aceras

Una de las medidas más trascendentes e importantes para la caminabilidad sevillana es bajar el carril bici de la ronda histórica, que actualmente discurre a la altura de la acera, hacia la calzada. Esta se convertirá en una calle 30, con lo que uno de sus carriles para vehículos a motor será exclusivo para bicis. Empieza así la restauración de los carriles bici urbanos.

Estas actuaciones se irán extendiendo paulatinamente a lo largo y ancho de la ciudad, y se complementarán con medidas orientadas a reordenar y despejar las aceras de obstáculos de forma que se optimice el espacio existente a favor del peatón.

Balance unánime: nadie volvería a la autoxicación

Hoy la capital hispalense expande su cultura caminable más allá del centro histórico. Es frecuente que la prensa local publique miradas retrospectivas sobre los procesos de peatonalización. El resultado es el de siempre. Las reticencias iniciales se disipan cuando la realidad demuestra que todos los sectores salen ganando. La ciudadanía refuerza su vínculo con la ciudad y entre las personas con mayor comodidad, los propietarios de los inmuebles ven revalorizar sus edificios y los gestores de las empresas ven como se abren nuevas oportunidades de negocio o se refuerzan las que existían antes de peatonalizar. El impulso peatonalizador toma de nuevo las calles de Sevilla con más ambición que nunca, y queda plasmado en un plan, el PMUS, diseñado con medidas a corto, medio y largo plazo que permita que dicho impulso perdure a lo largo del tiempo.

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