Vilagarcía de Arousa recupera sus calles y plazas

Bici, transporte público, caminar y movilidad escolar, los puntos cardinales de su transformación


Vilagarcía es una ciudad de casi 40.000 habitantes en la provincia de Pontevedra. Pasear por las recuperadas calles y plazas de su espacio central es un placer, pues casi todas están rescatadas del cochecentrismo y se han convertido en un escenario ideal para la vida social y económica, el comercio, el paseo y la hostelería. La ciudad se ha convertido en un foco de atracción llena de vitalidad y gente que valora el paseo, el relax urbano y la armonía.

Es la ciudad más importante de la ría de Arousa e importante centro económico y portuario de la pujante península de O Salnés. Su esturctura urbana central se prolonga a norte y sur con los núcleos históricos de Carril y Vilaxoan conformando en su principal trío urbano.

Una ciudad costera que durante las últimas décadas amplió su espacio urbano debido a la incorporación de una considerable franja costera que alejó del mar a la ciudad tradicional pero que le permite disfrutar de una magnífica infraestructura portuaria. La Playa de Compostela, camino de Carril, es un lugar de referencia en Galicia ya que a ella llegaba en 1873 la primera línea ferroviaria de la comunidad, que nacía en Santiago.

El congreso Vaiderúas, organizado por el concello arousano en colaboración con la Red de Ciudades que Caminan sirvió para que su concejala de Urbanismo y Movilidad, Paola María Mochales, realizara un completo repaso a las distintas políticas transformadoras que hacen de la ciudad un ejemplo de reconversión de su espacio público ganado para la ciudadanía.

Por y para la gente

Construir una ciudad por y para las personas, para el bienestar ciudadano, respetuosa con el medio y con un adecuado sistema de movilidad y accesibilidad. Ese es el objetivo de su gobierno municipal, presidido por Alberto Varela y del que forma parte la arquitecta Paula María Mochales, quien lidera la transformación urbana y dirige, de la mano de los técnicos municipales, las distintas reformas en las que se materializa la Vilagarcía amable y cuyo casco urbano se va liberando del exceso de coches.

La impronta de su gabinete de comunicación se nota también en las formas, ya que toda la acción está simbolizada por la palabra “Vai” (Va), que fue desarrollando distintos mensajes-logo para cada una de las lineas de trabajo, presididas por “Velaívai” (una palabra compuesta que en galego significa “mira, ahí va”). Nacieron así Vaibike, Vaiapé, Vaibús y Vaischool. El uso del inglés es frecuente, ya que el costumbrismo local denomina “ingleses” a las personas nacidas en la ciudad debido a las frecuentes visitas de la Royal Navy a lo largo de la historia.

7 de cada 10 tienen coche

Los datos de movilidad son contundentes: 7 de cada 10 personas tienen coche, el 63% de los desplazamientos de entre medio y cinco quilómetros se realizan en coche y un desplazamiento de diez mintuos en coche por la ciudad, lleva sólo 15 minutos en bici. La situación de las calles llenas de coches hacen insostenible la situación y deciden cambiar, planteándose el objetivo de eliminar los desplazamientos motorizados innecesarios, con lo que conectan con las políticas globales de promoción de la movilidad sostenible.

Aparcamientos disuasorios

Comienzan así a generar peatonalizaciones y calmados de tráfico en toda la ciudad, creando una amplia zona 30 y alguns aparcamientos disuasorios en las periferias. Las políticas de aparcamiento son vitales en Galicia debido a la diseminación poblacional y la elevada dependencia de gran parte de la población no urbana del coche particular. 

En Vilagarcía, conscientes de ello, disponen de 1.180 plazas en 11 aparcamientos disuasorios, a las que hay que añadir otras 1.214 en 5 parkings públicos en el centro, otras 933 en otros 5 estacionamientos de propiedad privada y otras 1.130 plazas en otras zonas. En total casi 4.500 plazas de parking en las zonas más saturadas (sobre todo el centro urbano y Carril). 

Núcleos históricos

El programa conecta el nuevo sistema de movilidad alternativa con la recuperación urbana de los núcleos, tanto del central como los de Vilaxoán y Carril, que liberados de coches respiran en su ambiente más genuino y tanto sus habitantes como las personas que los visitan disfrutan de un entorno más agradable y seguro, contribuyendo a la sociabilidad y a la dinamización económica de los tres lugares.

Una de las últimas transformaciones es la plaza de Galicia, en el corazón de la ciudad, que cambió sus amplias playas de asfalto por bancos, jardines, canales de agua y nuevos pavimentos que la convierten en un espacio de convivencia y atracción no sólo de personas, sino de actividades humanas y de ocio.

Lo mismo está ocurriendo con las callejuelas de los barrios de Vilaxoán y Carril, de fisonomía marinera y traza tradicional, que convierten sus espacios en agradables y acogedores rincones que antes ocupaban coches en movimiento o aparcados encima de ridículas aceras.

Calles salón

Una marea transformadora que se extiende como una mancha de aceite por el casco urbano transformando las viejas calles-pasillo (pequeñas aceras, dos carriles de aparcamiento y dos de circulación) en calles-salón, aptas para el juego, la estancia y el solaz urbano. Gracias a un agradable diseño combinan verde, el frescor de agua, los árboles y atractivas apuestas luminosas tanto en mobiliario de fuste como formando parte del pavimento. 

El resultado de estas políticas transformadoras son calles acogedoras, aptas para ser vividas y favorables a un uso más allá de los viales motorizados con pequeños márgenes peatonales. El comercio, la hostelería, el ocio, el deporte o la simple estancia humana se vuelve protagonista de los espacios recuperados.

Numerosos lugares han sido renovados para mejorar la accesibilidad, tanto pensando en las personas con más dificultades como en los accesos a centros escolares, entorno a los cuales se mejoró la caminabilidad. 

Obras tácticas

Muchas obras se han realizado con vocación definitiva, pero para otros casos recurrieron al urbanismo táctico, con la toma simbólica de espacios como el protagonizado por niñas y niños pintando sobre el asfalto como señal de su apropiación en la icónica plaza da peixería, un espacio cultural que sin coches gana visibilidad y operatividad. También la peatonalización de Rodrigo de Mendoza se hizo gracias al pintado del asfalto, que quedó así recuperado para la movilidad natural.

Abono transporte

Las políticas de transporte colectivo no corresponden al municipio, sino al gobierno autonómico, por lo que el Ayuntamiento sólo puede incidir en ciertas políticas como el abono del transporte que subvenciona el municipio para las líneas más urbanas y las que conectan con el hospital do Salnés, que dista unos 5 km de la ciudad. También demandan el traslado de la estación de autobuses a la del del ferrocarril, bastante céntrica, para incrementar la intermodalidad.

El esfuerzo municipal en transporte público se centra mucho en potenciar la información sobre las líneas que tienen su epicentro en la Peixería y en menor medida en la estación de autobuses. El plano de autobuses resulta muy visible y claro, tanto en la ubicación de las paradas como en los datos de frecuencia.

La bici, un soporte ideal

La bici se considera una alternativa al abuso del coche, además de una forma de promocionar la vida activa y la lucha contra el sedentarismo. La morfología urbana de Vilagarcía y su superficie llana la convierten en un medio con grandes posibilidades para luchar contra el exceso de contaminación y los ruidos. 

Además del fomento de la actividad física, se espera que contribuya a reducir el número de coches en circulación y consecuentemente las emisiones de CO2, así como bajar los niveles de contaminación acústica. Para ello luchan contra la falta de costumbre, la escasa concienciación y el déficit de infraestructuras.

La promoción de los desplazamientos en bici pasa por ampliar el servicio municipal Vaybike, que tendrá 75 bicis convencionales además de 4 handbikes (para personas con problemas de movilidad) y 16 estaciones distribuidas por otros tantos puntos de trío urbano Vilaxoan – Vilagarcía – Carril. 

También están construyendo una red de carriles segregados en los principales ejes circulatorios que conectan la ciudad con los alrededores y ciclovías de uso compartido con los automóviles en el resto de la red. Además desarrollan una red de aparcabicis en lugares estratégicos y mantienen patrullas de la policía local en bicicleta, además de realizar diversas acciones de promoción de la movilidad ciclista como talleres, marchas, etc.

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