Sevilla reflexiona sobre movilidad sostenible

Un interesante encuentro en el que se relacionó la recuperación del espacio público con la edad de los habitantes: «En 2030, un cuarto de las personas tendrá más de 65 años en Sevilla»


El encuentro “La movilidad sostenible en Sevilla: logros y retos” celebrado en la Casa del Pueblo de la UGT por el grupo Jóvenes Socialistas del 68, contó con un invitado muy especial, Alfredo Sánchez Monteseirín, alcalde de Sevilla entre 1999 y 2011, una etapa en la que la ciudad fue pionera en el impulso a la movilidad sostenible. El encuentro contó además con la participación de Juan Manuel Flores, teniente de alcalde delegado del área de Hábitat Urbano y Cohesión Social del Ayuntamiento de Sevilla y de Pablo Barco, el fundador de la Red de Ciudades que Caminan.

El acto comenzó con la bienvenida de Pepe Romero, Presidente de la UGT de Sevilla y uno de los representantes del grupo de veteranos, en su mayoría jubilados, que organizó el acto quien pidió que se construyan “ciudades más amables para todas las personas”, en especial para las personas mayores. En este sentido resultó muy significativa la intervención de Juan Manuel Flores, delegado del área de Hábitat Urbano y Cohesión Social del Ayuntamiento de Sevilla, quien indicó que “a finales de la presente década uno de cada cuatro residentes en la ciudad tendrá más de 65 años, por lo que resulta necesario mejorar la accesibilidad universal de toda la ciudad y especialmente en las calles del centro histórico de Sevilla y Triana”, mejorando los itinerarios peatonales y restringiendo el tráfico a través del Plan Respira Sevilla.

Necesitamos alcaldes y alcaldesas valientes que combatan a los coches

Durante su intervención Pablo Barco, fundador de la RCqC y coautor del manual “Ciudades pensadas para caminar”, defendió la necesidad de construir ciudades más sostenibles, más respetuosas con el medio ambiente y más amables con el conjunto de sus ciudadanos y ciudadanas con indiferencia de la condición social que tengan, es decir, “se trata de construir ciudades más democráticas e igualitarias” en las que las personas que que no tienen un coche o que no quieren utilizarlo, puedan disfrutar de la ciudad en las mejores condiciones, caminando, en bicicleta o en transporte público; en las que la infancia vuelva a recuperar el juego en las calles; en las que las personas mayores puedan sentirse autónomas y seguras por ejemplo al cruzar un paso de peatones; y en las personas con movilidad reducida puedan disfrutar del espacio público en igualdad de derechos que el resto de la ciudadanía.

Para lograr ese objetivo “no queda más remedio que combatir al coche privado, por el espacio que ocupan, por la inseguridad y peligro que conllevan y por la contaminación atmosférica y acústica que producen”. En este sentido destacó el trabajo realizado por Anne Hidalgo, quien nada más llegar a la alcaldía de Paris dijo: “París puede funcionar sin coches”, tomando medidas inmediatas para limitar el tráfico en el centro de la ciudad. Además se mencionaron otros modelos en España de ciudades verdes que expulsan al coche sin complejos, caso de Vitoria, que ha creado una gran supermanzana y ha construido en pocos años una amplia red de tranvías y de autobuses rápidos segregados completamente del tráfico y con prioridad semafórica; o Pontevedra municipio que se ha convertido en una ciudad verdaderamente para las personas donde los desplazamientos se realizan principalmente a pie y en la que los coches han sido apartados en grandes aparcamientos en el entorno de la ciudad.

Una vuelta a las políticas de movilidad sostenible de Sánchez Monteseirín

Durante su intervención Alfredo Sánchez Monteseirín, quien fuera alcalde de Sevilla entre 1999 y 2011, recordó algunas de las políticas realizadas durante su mandato como las peatonalizaciones de la Avenida de la Constitución, San Fernando, Plaza Nueva, Asunción, la Alameda o San Jacinto; la construcción del carril bici, la puesta en marcha del tranvía, etc. En este sentido destacó las dificultades que encontró a la hora de crear una ciudad protagonizada por las personas, frente a una ciudad pensada para los coches. Por ejemplo se vivieron manifestaciones contra peatonalizaciones, algo a lo que en opinión del exalcalde “no deben tener miedo los alcaldes porque una vez peatonalizada una calle, una vez vistas las innumerables ventajas que conllevan, son aceptadas por todos y ya nadie quier volver al modelo anterior. Una de las mejores experiencias políticas que he vivido ha sido pasear por las nuevas zonas peatonales que se realizaron durante mi mandato y observar a los niños jugando en las calles y a las personas disfrutando del espacio en tranquilidad”.

Durante su intervención además reflexionó sobre la gentrificación de las zonas peatonalizadas, un proceso que le gustaría que no se hubiese producido en la ciudad pero que considera muy difícil de frenar en determinadas zonas situadas en el centro urbano en entornos muy turísticos, puesto que “una calle céntrica en la que inviertes presupuesto termina revalorizándose por necesidad”, aunque este proceso no tiene porque producirse en el conjunto de la ciudad si las peatonalizaciones se amplían a más áreas en vez de localizarse en puntos de manera aislada.

Por último Sánchez Monteseirín, se alegró de que el Ayuntamiento de Sevilla volviese a las políticas de movilidad sostenible de manos del nuevo alcalde de la ciudad Antonio Muñoz, después de que Juan Ignacio Zoido eliminase el plan que limitaba el tráfico en el centro en 2011. Las nuevas peatonalizaciones, la ampliación del tranvía, el tranvibús o los nuevos límites al tráfico son necesarios, cada alcalde tiene su manera de trabajar pero para crear ciudades más humanas no queda más remedio que apostar de manera clara por este tipo de medidas, es la única posibilidad de futuro.

Fotografía de Felipe Bollaín Parejo

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