Màrius Navazo llama a convertir las calles en espacios de vida

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El geógrafo catalán se encargó de aportar el marco conceptual de las nuevas calles, “que deben ir más allá de un simple cambio modal”


“Lo mejor es no imaginarnos las calles vacías de coches, sino llenas de vida”. Esta frase sirvió a Màrius Navazo para introducir uno de los principales argumentos del VIII Congreso de la Red de Ciudades que Caminan, el que hace referencia a la evolución de las calles contemporáneas, que se van convirtiendo de calles-pasillo a calles-salón. Una sesión en la que también participaron las ciudades de Carballo, Pontevedra, Logroño y San Cristóbal de La Laguna, esta última recién incorporada a la Red.

“¿Queremos sólo el cambio modal?” se pregunta el profesor Navazo reforzando la idea de que la ciudad se merece que vayamos más allá de la simple sustitución de unos medios por otros. Relató que existen al menos 5 frenos al cambio urbano: el aparcamiento, los sentidos de la circulación, el recelo de los comerciantes que temen perder negocio, el recelo de los responsables políticos que temen perder votos, y el recelo de la vitalidad urbana, que en la calle pasen cosas más interesantes que simplemente moverse de un lado a otro.

Las calles salón son las llamadas a protagonizar el bullicio urbano, su vitalidad —el “chup-chup” de la ciudad en palabras de Navazo—, ya que lo importante de las plataformas únicas y los nuevos espacios de convivencia es dotarlas de actividades, ya sean espontáneas ya organizadas, capaces de servir de escenario a las manifestaciones de la vida colectiva.

Vivir más en la calle

“Hay que construir espacios con menos ruidos mecánicos, menos parkings, menos coches, menos agresividad, para llenarlos de árboles, de bancos, de vida”, dijo el geógrafo catalán, que pertenece al equipo multidisciplinar Gea21, haciendo referencia a los espacios urbanos que han de destinarse a la socialización, el consumo, el juego, la cultura, la protesta o el deporte. Calles llamadas a convertirse en continuación del propio domicilio privado, que puedan contribuir a mitigar el enaltecimiento que actualmente se hace de la vida dentro del espacio privado, en contraposición a la vida pública.

Además, Navazo puso énfasis en la definición del espacio público como un lugar inherente a un cierto nivel de conflictos, aportando algunos ejemplos como el ruido que producen las fiestas o las actividades culturales, así como el ocio, de que de una u otra forma todas y todos somos protagonistas en algún momento.

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