Ana Montalbán, de Ciudades que Caminan, hablará en su intervención de cómo transformar las ciudades desde una óptica peatonal y sostenible
Más de 100 ponentes, miles de asistentes conectados y miradas desde más de 20 países es lo que ofrece el Comus 2022, el congreso de movilidad on-line, que se desarrollará entre el 25 y el 29 de abril. Quiere ser un gran evento sobre la revolución en sistemas de transportes, urbanismo y tendencias de movilidad sostenible.
Las sesiones serán inauguradas por la Secretaria de Estado de Transportes y movilidad, del MITMA, María José Rallo, y en ellas participarán un gran número de ponentes que conformarán las distintas salas y directos. Cada día se celebrarán dos salas y un directo, hasta completar las diez áreas temáticas en las que se dividió el evento, y las 5 sesiones en directo.
El futuro de la movilidad sostenible y el transporte pasa por la adaptación al presente y el aprendizaje del pasado, dicen desde la organización. «Si hay algo que caracteriza a la movilidad es que cambia al mismo ritmo que lo hace nuestra sociedad. Y en los dos últimos años, a raíz de la pandemia, estos cambios se han producido a un ritmo vertiginoso».
COMUS 2022 es gratuito, dirigido a profesionales que quieren conocer las nuevas tendencias de la movilidad en relación con el nuevo modelo social y actualizarse en temas innovadores y en tecnología de última generación en el campo del transporte.
Una de esas ponentes es Ana Montalbán, la coordinadora técnica de la Red de Ciudades que Caminan, que colabora en ese congreso para exponer cómo deben producirse los cambios urbanos con vistas a mejorar no sólo la movilidad urbana, sino el espacio público y su utilización por parte de la ciudadanía: “El fin último de los trabajos destinados a mejorar la movilidad urbana debería ser la recuperación del espacio público para las personas en todas sus dimensiones: espacio de relación social, saludable, equitativo y diverso en funciones”, dice la arquitecta en su presentación.
Las personas como protagonistas y los vehículos como herramientas que facilitan determinados desplazamientos forman parte del ecosistema de la movilidad, si bien entre todas y todos debemos conseguir que estos vehículos se utilicen de la forma más racional, cuando sea realmente necesario, combinando ese uso con el necesario incremento de los desplazamientos activos con vistas a una más efectiva lucha por una vida más saludable.
Las calles de coexistencia de usos y prioridad peatonal cobran en este sentido un protagonismo innegable, ya que su frecuencia será un indicador básico de la calidad urbana, ya que estos espacios liberados de la presencia constante de coches parados y en movimiento permitirán un uso más variado para todas las personas, sean o no propietarias de vehículos.
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