València, Valladolid y Pontevedra exponen sus experiencias en torno a las ZBE en una sesión que también se acerca a Madrid y a otras ZBE posibles
NOVENO CONGRESO | PALMA 2022
“Tenemos derecho al aire limpio, sin duda, pero también al espacio público, y las actuales ZBE, teniendo la posibilidad de ampliar su incidencia a lo segundo, se quedan limitadas a lo primero”. Así lo manifestó la directora técnica de la Red de Ciudades que Caminan, Ana Montalbán en la sesión del noveno congreso de la entidad dedicada a analizar los pasos que se están dando para conformar Zonas de Bajas Emisiones en municipios mayores de 50.000 habitantes.
En esta sesión hablaron representantes de tres ciudades de distintos tamaños: València, Valladolid y Pontevedra. Además, Carlos Corral, ex asesor madrileño, habló de sus experiencias en la capital cuando ésta creó amplias zonas de tráfico a motor restringido o consiguió grandes avances en la época, como eliminar los coches del parque del Retiro.
La mesa de más candente actualidad del congreso fue abierta por Montalbán, que aprovechó para presentar la argumentación de la Red, que trata de convencer a los ministerios implicados que abran sus horizontes hacia otro tipo de ZBE, al que denomió “Zonas de Bien Estar” o, tal como se propuso en las alegaciones presentadas a los textos legales en elaboración, “Zonas de Tráfico Reducido, ZTR”.
Lo que se pretende es que si una ciudad desea permitir que su zona protegida esté reservada a coches eléctricos o mixtos, o incluso si desea cobrar por acceder a dicha zona, pueda hacerlo. Pero si las ciudades optar por restringir de tal forma el coche que consigan reducciones drásticas sin recurrir al peaje urbano o al privilegio a determinados coches nuevos, también puedan hacerlo.
En el aspecto ambiental, los resultados en cuanto a la calidad del aire serían idénticos, pero el modelo de zonas de tráfico reducido ayudaría además a ganar espacio público para otras actividades además de la movilidad, lo cual se considera muy beneficioso para la ciuad.
Montalbán presentó también el nuevo argumento de la Red para difundir las ZBE alternativas, con una colección de conceptos adscritos a cada uno de los modelos. También anunció que la Red está pendiente de una reunión con los dos ministerios implicados para estudiar soluciones a actual modelo que figura en la Ley de Transición Ecológica, y que sólo considera explícitamente dos salidas: la tarjetas ambientales y el pago por entrar en la ciudad, ambas con un fuerte componente clasista y poco considerado con el espacio público invadido por los coches.
Una oportunidad estupenda
El concejal vallisoletano Luis Vélez manifestó que las ZBE deben considerarse como una magnífica oportunidad para reequilibrar el espacio público. En este momento, la capital castellana está embarcada en estudios para futuras zonificaciones y las regulaciones necesarias para su zona de bajas emisiones, que abarcará un área más extensa que el centro histórico. Anunció que su estrategia será la continuación de las que vienen poniendo en marcha, con la potenciación del transporte público como fórmula para reducir emisiones al aire. En Valladolid están a la espera de que el futuro Real Decreto sobre movilidad aclare algunas cuestiones hoy todavía poco definidas.
De momento, dudando
En València están celebrando un proceso participativo con interlocutores urbanos de toda la ciudad para concluir cuál sería el modelo ideal para que la ciudad pueda reducir sus emisiones de contaminantes a la atmóstera, a la vez que profundizan en la recuperación progresiva de su espacio público. Así lo expresó su concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, que puso especial relevancia en el tráfico metropolitano, ya que en su cuidad viven 800.000 personas del millón y medio que habitan su área urbana, muy dependiente de la ciudad central.
Tanto las políticas de promoción de la bici como las nuevas áreas peatonales abiertas en la ciudad han logrado bajar un 10% la presencia de automóviles privados en los últimos años, siendo además la ciudad en la que más se ha reducido la contaminación en 2021. Con respecto a las ZBE “tenemos muchas dudas” sobre cómo se configurarán al final, si bien están equipándose con los elementos tecnológicos necesarios para lograr un control efectivo de la circulación en la ciudad. “Estamos sondeando y estudiando al máximo todas las repercusiones que pueden tener esas medidas, especialmente en sectores económicos que pueden resultar afectados. Mantenemos mucha atención en el proceso participativo iniciado sobre lo que sin duda será una importante transformación urbana”.
Protagonismo de las personas
El alcalde de Pontevedra dijo que ellos están desde hace años embarcados en hacer una ciudad a la medida de las personas, en la que los coches no tienen el protagonismo, por lo que está centrado en mejorar el espacio público “y mejorando el espacio público, retirando el exceso de coches, dejando sólo los coches necesarios, ya mejora la calidad del aire. Nosotros hemos reducido las emisiones en un 70% desde el inicio del proceso, hace 20 años”.
Se trata de que el gobierno central admita que existen otro tipo de fórmulas para bajar la contaminación y al mismo tiempo ganar espacio público, calmar el tráfico y quitar espacio a los coches. Lo importante es tomar la decisión política de gestionar ese tipo de modelos, pues las ciudades pueden funcionar con menos coches sin problema. Es lo que estamos demostrando en Pontevedra, dijo el alcalde.
Menos coches en el Paisaje de la Luz
Para Carlos Corral, las Zonas de Bajas Emisiones que se están definiendo, las ZBE son muy poco ambiciosas, ya que se inspiran en modelos de escaso éxito como los de Madrid o Barcelona. Consideró que el municipio madrileño, más allá de los vaivenes de Madrid Central, tiene que resolver un asunto muy importante en relación con la densidad de tráfico motorizado en el ámbito protegido por la UNESCO Paisaje de la Luz, que se encuentra atravesado por la autopista urbana que constituye el eje Prado-Recoletos, una de las más saturadas de la capital.
