«Una calle es un espacio de convivencia de personas y funciones», dijo en el congreso de Fesvial la jefa de Regeneración del Espacio Público de la capital
La Red de Ciudades que Caminan participó, a través de su directora técnica, Ana Montalbán, en el congreso Seguridad Vial Urbana organizado por la Policía Municipal de Madrid y la entidad Fesvial, dedicada a la formación sobre seguridad vial. Un evento a cuya invitación se respondió con especial simpatía en la Red, ya que era la primera vez que desde la capital se contaba con la entidad para debatir abiertamente sobre los criterios de recuperación del espacio público.
La brillante intervención de la jefa del Departamento de Regeneración del Espacio Público de la Villa de Madrid, Ana Rosa Llorente, dejó claro que una calle es mucho más que una vía urbana, tal como se define en la Ley de Carreteras: una calle es un espacio de convivencia de personas y de funciones, donde la movilidad solo es una función más. Habló claramente de que en la ciudad es preciso eliminar el tráfico innecesario y se posicionó frente a la segregación del espacio público hablando de las calles de convivencia, modelos “que han venido para quedarse”, manifestó. La necesidad de controlar los límites de velocidad en las travesías fue defendida por los representantes del Estado y la Comunidad Autónoma madrileña.
Montalbán: desde el parabrisas o desde la calle
Montalbán dijo en su intervención que hay dos formas de afrontar la seguridad vial: “desde dentro del coche, o desde fuera del mismo. Si miramos a través del parabrisas, proliferarán soluciones que extienden la mirada paternalista y que buscan que los peatones y las bicis no estorben, para que el tráfico a motor discurra con todos sus privilegios, eso sí, con seguridad. Si miramos desde fuera del coche nos daremos cuenta que lo más importante es precisamente reducir el número de coches: cuantos menos coches, menor riesgo de atropello. Pero al mismo tiempo es fundamental transformar la ciudad, calmando el tráfico, para que se cumplan las velocidades máximas establecidas, que no deberían ser superiores a 30 km/h”.
Habló de las ZBE como ejemplo: la reducción de tráfico es evidente a simple vista, tanto dentro de ella con en su torno hay menos coches, pero como su espacio no se ha alterado, encuentran que prácticamente toda la calles es para ellos y pueden llegar a circular tan rápido como en una autovía.
Siguiendo con la perspectiva al volante, advirtió: “con la mirada desde dentro del coche, las soluciones basadas en nuevas tecnologías y soluciones clásicas como el uso de vallas para contención de peatones y retranqueo de los pasos de peatones son la estrella. Desde fuera del parabrisas, lo importante es reducir el tráfico y transformar el espacio público para que la infraestructura nos obligue a una conducción más tranquila y atenta, sabiendo que no somos más que unos invitados en un espacio que es de todas y todos”.
Tres congresos en marzo
La Red de Ciudades que Camina participó el pasado mes de marzo en tres importantes citas sobre espacio público y movilidad en las que, a través de su directora técnica, Ana Montalbán, defendió que las ciudades deben tender a reducir coches para quedarse únicamente con los que son necesarios para garantizar el correcto funcionamiento urbano en un ambiente seguro, sano y sostenible.
Las citas fueron el V Congreso Andaluz de Seguridad Vial, celebrado en Rota los días 16 y 17 de marzo, el Conama Local en Zaragoza, del 21 al 23 del mismo mes, y casi coincidente, del 22 al 24, el Congreso de Seguridad Vial Urbana que tuvo lugar en Madrid organizado por Fesvial y la Policía Local de la capital.
El objetivo de difundir los valores de la Red entre agentes sociales, técnicos e institucionales de todo tipo mueven a la entidad a participar en este tipo de reuniones en los que trata de impulsar nuevas formas de ver la ciudad y generar debates positivos en torno al necesario cambio del modelo urbano.
Noticia sobre el congeso en la web de Fesvial Aquí
