Màrius Navazo: ¿Qué molesta más, un banco delante de casa o cuatro carriles de circulación?

ENTREVISTAS ANTE EL CONGRESO DE CARBALLO

«Las calles deben ser como habitaciones o salones donde pasan distintas cosas»

 

El geógrafo miembro de Gea21 introducirá la primera de las mesas temáticas del Congreso, bajo el epígrafe «La calle contemporánea: de calles pasillo a calles salón». En esta entrevista habla de vitalidad urbana, de la desautoxicación y nos deja sentencias encantadoras como esta: «muchas veces se quieren frenar los recortes al status quo del coche afirmando que hasta que las alternativas no sean competitivas no se puede cambiar nada».


¿Te parece que para la mayoría de la gente caminar más es deseable, más bien una lata o incluso una utopía?

Quiero creer que, para una gran mayoría de gente, caminar es deseable. Hay mucha gente que considera un elemento de gran calidad de vida el poder ir a pie al trabajo, a la compra, a tomar algo, etc. Es decir, mucha gente aprecia no tener que depender de ningún motor (ni privado ni colectivo), y que un urbanismo de proximidad les permita llegar a los sitios a pie –o en bicicleta para distancias mayores.

Esto se entiende como calidad de vida no sólo porque la proximidad ahorra mucho tiempo, sino porque otorga autonomía, libertad, placer, salud. ¡Imagínate si además los vehículos motorizados estuvieran más acotados y hubiera una mayor seguridad y confort en nuestras calles!

Supongo que gran parte de las personas que consideren el ir a pie una lata o una utopía viven en entornos urbanos con poco atractivo para el ir a pie o la bicicleta. Ciertamente, en territorios pensados para el coche (urbanizaciones y otros sectores urbanos de cualquier monocultivo), el ir a pie resulta, cuando menos, una lata. Y tenemos demasiados “territorios del coche”.

Más allá de lo políticamente correcto o del green washing, ¿Cómo definirías brevemente una ciudad sostenible?

Desde la perspectiva de la movilidad, se podría definir también como la ciudad del ir a pie y la bicicleta. Es decir, la ciudad de aquellos modos no motorizados que –a su vez– son saludables. En definitiva, sería la misma idea que hay detrás de la “ciudad de los 15 minutos” o “la ciudad de los barrios”, de la que ya hemos hablado más arriba.

La sostenibilidad significa no sólo que los modos no motorizados sean competitivos (en tiempo, seguridad y confort), sino que también exige medidas explícitamente dirigidas a que los modos motorizados privados sean (aún) menos competitivos que en la actualidad. De hecho, no debería ser necesario subrayar esto, puesto que la competitividad de unos y otros modos son vasos comunicantes, y sólo podemos mejorar unos en detrimento de otros. Pero lo subrayo porque muchas veces se quieren frenar los recortes al status quo del coche afirmando que hasta que las alternativas no sean competitivas no se puede cambiar nada. Lo que expresa este pensamiento es mero inmovilismo disfrazado.

¿Qué tres o cuatro cosas le pedirías a tu alcaldesa en relación al espacio público?

A mi alcaldesa le pediría una sola cosa: atrevimiento para probar, para implantar cambios, para transformar las calles. Sólo con esto ya tendríamos gran parte del problema solucionado. El principal déficit no es de conocimientos técnicos, sino de valentía política para pasar a la acción. Para testar. Para equivocarnos y modificar de nuevo.

Alguna vez te hemos escuchado hablar de las ‘calles salón’ en contraposición a las ‘calles pasillo’ ¿Cómo ves la evolución de las ciudades en ese sentido? ¿Se ven avances?

Venimos de una herencia donde la calle se entiende casi exclusivamente como una infraestructura de transporte, como un pasillo para pasar de largo a pie, en bici, coche, etc. Abandonar este concepto para abrazar la idea de que las calles deben ser como habitaciones o salones donde pasan distintas cosas –aparte de gente que las cruza de largo– está siendo lento y dificultoso. La mayor demostración de esta dificultad lo constituyen la mayoría de plataformas únicas que se han construido en las últimas décadas. Aunque deberían ser el paradigma de las “calles salón”, siguen siendo verdaderos pasillos que reproducen el esquema de las calles convencionales: segregación de bandas peatonales adosadas a las fachadas y banda central para los vehículos.

David Engwicht, de quién aprendí esta idea de las “calles pasillo” y las “calles habitación”, afirma que la mejor manera para acabar con una habitación de nuestra casa y convertirla en un pasillo sería marcar en el suelo los itinerarios por donde se debe pasar –en vez de dejarlo a la mera intuición. Y esto es precisamente lo que hacemos en todas nuestras calles, incluso en las plataformas únicas.

¿Crees que en los próximos años podemos asistir a un proceso real de desautoxicación en el interior de las ciudades?

Seguro que sí. Sucederá una desautoxicación. El interrogante será ver en qué grado sucede, porque seguramente será en un grado menor de lo que nos exigen los retos contemporáneos. ¡Pero ojalá no sea así!

Hablabas hace unos meses en nuestro blog de la necesidad de crear una especie de departamento de vitalidad urbana en los Ayuntamientos ¿Crees que será una realidad en los próximos años?

Seguramente no será una realidad, puesto que exige un cambio de paradigma sobre para qué y para quien son las calles. Y también exige un trabajo transversal entre distintos departamentos, que demasiado a menudo está lejos de las actuales dinámicas en los equipos técnicos municipales.

El texto que publiqué en vuestro blog tenía una mirada a largo plazo. Quería hablar sobre la necesidad de dejar de planificar la movilidad urbana únicamente en relación a las necesidades de la propia movilidad, para comenzarla a poner al servicio de un objetivo mayor como es la vitalidad urbana. Dicho en pocas palabras: no debemos planificar las calles en función de la movilidad, sino que la movilidad debe planificarse en función de lo que queramos que sean nuestras calles.

¿Podrías adelantarnos algo de lo que vas a contar en el Congreso de las Ciudades que Caminan?

En el Congreso voy a hablar precisamente de cómo poner las calles al servicio de la vitalidad urbana, de los factores que entran en juego, centrándome también en los recelos que suscita la propia vitalidad urbana. No podemos olvidar que para mucha gente es más molesto un banco delante de casa que cuatro carriles de circulación. Así que…¡de todo esto hablaremos!

Artículo de Màrius Navazo sobre vitalidad urbana en nuestro Blog

Artículo de Màrius Navazo sobre la necesidad de cambiar las reglas urbanas

Apuntes biográficos de Màrius Navazo

SUSCRÍBETE

Otras entradas interesantes

Share This